Lucía, mi pediatra: «Cuando hablamos de vidas no hay lugar para paños calientes»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

Lucía Galán participó en un acto en A Coruña
Lucía Galán participó en un acto en A Coruña MARCOS MÍGUEZ

La divulgadora que planta cara a los antivacunas, Cárdenas incluido, recibe un premio en A Coruña

20 dic 2018 . Actualizado a las 11:17 h.

Por su consulta digital pasan cada día miles de padres. Lucía Galán, autora de Lucía, mi pediatra, recibió ayer en la Domus de A Coruña el Premio Pepe Cervera al fomento del pensamiento crítico en medios de comunicación y digitales.

-¿Da abasto con tanta red social?

-Intento tener un perfil activo, pero es imposible responder a todos los mensajes.

-Exactamente, ¿cuántos seguidores tiene?

-Son más de 50.000 en Twitter, más de 100.000 en Instagram y más de 220.000 en Facebook.

-No solo habla sobre pediatría. Es una popular activista contra las terapias alternativas.

-En Galicia también tenéis un buen nicho de divulgadores. Hacen falta profesionales como ellos. Divulgan ciencia de forma totalmente desinteresada.

-Hay quien os critica por ser muy duros en vuestra causa.

-No diría duros, sino contundentes. Y, aun así, no tanto como deberíamos. Hay que ser asertivos para que el mensaje llegue. Cuando hablamos de vidas, más aún si son niños, no hay lugar para paños calientes.

-¿Se imaginaba, cuando estudiaba, que estaría en el 2018 defendiendo las vacunas?

-La verdad es que no. Las vacunas son uno de los avances médicos más importantes de la historia. Han salvado más de 1.500 millones de vidas. Es desesperante que en pleno siglo XXI se pongan en duda.

-¿Por qué está en boca de todos la que actúa contra el virus del papiloma humano?

-Es la que toca, la que está de moda. Suele pasar con estos bulos, va por ciclos.

-Entonces, ¿la seguridad está garantizada?

-¡Claro! Lo dicen todos los organismos médicos. Son unánimes. La vacuna contra el virus del papiloma humano lleva más de diez años aplicándose y se han suministrado más de cien millones de dosis. La evidencia científica es muy contundente. Previene uno de los cánceres más frecuentes y letales.

-En Galicia, la última polémica con esta vacuna ha venido de la mano de una eurodiputada, Lídia Senra (En Marea), por una charla en la que participaba.

-Primero, hay que hablar con conocimiento de causa. Segundo, es inadmisible que una persona que nos representa pueda hablar de seudociencias. ¿Cómo puede suceder algo así hoy en día, cuando la evidencia científica es tan clara? Es algo atrevido, pero, sobre todo, peligroso.

-¿Está al tanto de la muerte de un bebé en Vigo por un parto natural en casa y sin asistencia sanitaria?

-Llevo presenciando partos muchos años. Embarazos normales que se complicaron en el último momento. En cinco minutos. En casa no se pueden garantizar las mismas condiciones para afrontar cualquier eventualidad. Somos muy afortunados en España. Tres de cada cuatro países en el mundo no pueden decir lo mismo. Allí las mujeres no pueden acudir a un hospital a dar a luz cubiertas por sus sistemas sanitarios.

-¿Es más necesario que nunca echar un cable a la ciencia?

-Es absolutamente necesario. Nos habíamos relajado bastante con este tema. Pensábamos que la homeopatía no iba a generar mayores males, pero es un peligro real que juega con la salud de la gente.

-¿Los niños son los más vulnerables?

-Con ellos la situación es más preocupante. Ellos no deciden. Es frustrante cuando ves que los padres dudan de un tratamiento. En todo caso, en España tenemos uno de los índices de vacunación más altos de Europa. Es un éxito del que estar orgullosos. Aquí las seudoterapias son minoritarias si nos comparamos con otros países.

-¿En la consulta es a veces más difícil lidiar con los padres que con los niños?

-Sí, pueden llegar a pasar cosas muy divertidas. Que tengas que recordarles que un resfriado no se cura con zumo de limón o que la gripe no se coge por dejar un momento la ventana abierta.

-¿Por qué, en la era de la información, florecen las seudociencias?

-Lo seguirán haciendo siempre que alguien no acepte que no hay una cura para todo. Puedo llegar a comprender que busques alternativas. Me pongo en el lugar de esos padres. Nosotros tenemos que evitar que terminen en manos de esas seudoterapias. Pierden tiempo, salud, esperanza y también dinero. Son más caras que la medicina.