Azucena Martí: «Los famosos podrían promocionar la vida saludable y no el juego 'on-line'»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

La nueva delegada para el Plan Nacional sobre Drogas insiste en que no hay un consumo saludable de alcohol según las evidencias científicas

15 dic 2018 . Actualizado a las 13:18 h.

Ni una copa de vino al día favorece la salud del corazón ni la cerveza refuerza el sistema óseo. La ciencia, dice Martí, no respalda que haya un consumo de alcohol sano.

-El nuevo plan de adicciones incluye la ludopatía. ¿Es partidaria de prohibir los anuncios de juegos «on-line»?

-La regulación de la publicidad del juego on-line depende de Hacienda, nosotros colaboramos con ellos para que esta regulación sea lo más garantista posible para la población general, y sobre todo para las poblaciones mas vulnerables

-¿Pero debería prohibirse que los famosos los anuncien?

-Sí, los famosos podrían hacer promoción de la vida saludable y no del juego on-line, estaría muy bien. Si los mensajes de esos líderes de opinión, deportivos o de música, tienen que ver con hábitos saludables van a tener una repercusión muchísimo más importante en la salud de nuestros jóvenes. Sería lo ideal y deseable.

-También se recoge la adicción a las nuevas tecnologías, que, aunque no dañan la salud...

-Sí que dañan la salud, generan unos niveles de estrés y ansiedad altísimos. Esta ansiedad que crean las tecnologías o las pantallas repercute en la salud de la persona porque baja las defensas y puede acarrear otras enfermedades. La capacidad de atención disminuye y la sobreestimulación hace que la persona tenga más deseo de actividad. Sí que repercute en la salud, y mucho.

-El estudio Edades recoge un repunte en el tabaquismo. ¿Ha habido un relajamiento tras el éxito de la ley antitabaco?

-Sí, ese es uno de los aspectos que vemos. Después de trece años hay que hacer otra resensibilización, especialmente de todo lo que aportó la ley como positivo e importante. Desde hace tiempo estamos diseñando toda una estrategia para el tabaco desde varias direcciones generales del Ministerio de Sanidad.

-¿Medidas más restrictivas?

-Es que la ley ya tiene medidas que se tienen que aplicar y nos hemos relajado, por ejemplo todo lo referido a las terrazas; a veces no se trata de restringir más, sino de cumplir. También debemos elaborar un paquete adecuado no solo en cuanto a restricciones, sino a medidas de tratamiento, prevención...

-Los menores llegan al supermercado y compran alcohol, eso es incumplir la ley.

-Sí, se está incumpliendo.

-¿Y qué hacer?

-Estudios que nos reflejen dónde está el problema y quién es el responsable en esa área, sea una dirección general u otra administración, hay que facilitarles los datos, mantener reuniones y que asuman esa parte.

-Ya hay un borrador de la nueva ley para prevenir el consumo de alcohol en menores, ¿alguna medida contundente?

-Hay tres pilares: la prevención, en donde hay medidas nuevas pero se tienen que elaborar bien; la parte sancionadora, que debe revisarse; y la de publicidad, totalmente novedosa.

-¿Puede hacerse un consumo responsable de alcohol?

-Según la evidencia científica no hay un consumo saludable.

-¿No se puede decir que una copita de vino le viene bien al corazón?

-[Insiste] Según la evidencia científica, no hay un consumo saludable.

Un precio mínimo al alcohol, toque de queda a los menores o estigmatizar el consumo, medidas de éxito

¿Qué hacer para evitar que las cifras de consumo de alcohol entre los jóvenes dejen de ser tan alarmantes? Lo cierto es que lo que parece un problema irresoluble no lo es. Hay medidas y funcionan. La Facultade de Psicoloxía de la USC, la Fundación Galega contra o Narcotráfico y la Fundación de Ayuda a la Drogadicción organizaron en Santiago la jornada Alcohol y menores. Tiempo de soluciones, en la que se desgranaron algunas de estas herramientas de éxito. Gregor Burkhart, experto en prevención del Observatorio Europeo sobre Drogas, asegura que la aceptabilidad que el alcohol tiene entre los menores no se cambia con medidas de sensibilización, pero sí modificando la accesibilidad y la visibilidad. «Hace 30 años todo el mundo sabía que el tabaco era malo y nadie cambió su comportamiento, pero con las normativas se pasó de un comportamiento recreativo a que el fumador sea un drogadicto como cualquier otro que está fumando en una jaula en el aeropuerto». No se trata de estigmatizar a la persona, ni mucho menos, pero sí el consumo.

Otra medida es el precio. Cuanto más alto es, más se reduce el consumo, sobre todo en menores. De ahí que Burkhart apueste por imponer un precio mínimo, como hacen otros países, que además no afectaría a la industria local de pequeños productores, sino únicamente a destilados y multinacionales. «Si hay un precio mínimo, en todo caso compro un alcohol bueno y no uno malo». Este experto explica también que el modelo islandés que logró reducir los consumos de alcohol en jóvenes no introduce medidas novedosas sino principios básicos, como el control de los horarios de los hijos. Y no es una medida descabellada en España. Canarias ya tiene toque de queda para los menores entre semana. «El monitoreo parental es mucho más importante que el del colegio», concluye.

Anomalías cerebrales

Hay partes del cerebro que siguen madurando hasta los 25 o 26 años, por lo que el consumo de alcohol es especialmente nocivo entre los adolescentes, ya que se han demostrado anomalías neurofuncionales y en las estructuras de la corteza cerebral en consumidores jóvenes, tal y como explicó el catedrático Fernando Cadaveira.