La Xunta impulsa la Sogama del agua

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Ángel Manso

Inicia la puesta en marcha de un ente centralizado que permita a los municipios pequeños una gestión más eficaz del saneamiento, abastecimiento y depuración

08 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando abre el grifo, se ducha, pone la lavadora o el lavavajillas lo que menos se para a pensar es en lo que cuesta el agua. Y no, lo que paga en su tarifa municipal no es realmente lo que vale el servicio que recibe. Desde los años 90, una parte muy importante del precio de las infraestructuras de los sistemas de abastecimiento, saneamiento y depuración ha sido subvencionado con ayudas europeas, ya que, en realidad, la repercusión de los costes del servicio sobre los usuarios apenas alcanza para garantizar una explotación y un mantenimiento mínimos. Desde el año 2000, la Unión Europea ha establecido el principio de recuperación de los costes, y no solo los imprescindibles para mantener la prestación al ciudadano (redes de alcantarillado, potabilización y depuración), sino también de los derivados de los daños ambientales asociados al uso del agua, que ya fijaba la directiva marco sobre este ámbito. Pero la realidad es otra.

La gestión adecuada del agua, y más en un contexto de cambio climático, que incluya a su vez un nivel óptimo en la calidad ambiental de los ríos y las rías, supone aún un enorme desafío en Galicia. Y más aún para los pequeños municipios. En los últimos años se ha hecho un gran avance, con la construcción de depuradoras para atender a la mitad de la población de la comunidad y se ha progresado en la potabilización, pero la explotación de estas infraestructuras ha puesto en apuros a los ayuntamientos rurales y con la población dispersa, para los que la gestión del saneamiento, depuración y abastecimiento supone una tarea excesivamente compleja y costosa.

Consciente de este reto, la Xunta ha propuesto, a través de la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade, la creación de lo que podría denominarse como la Sogama del agua, un organismo centralizado que facilite a los concellos la explotación del ciclo integral del agua. «Este ente estaría a disposición dos concellos que lle queiran contratar esta competencia pensando, especialmente, nos máis pequenos», según explican fuentes del departamento autonómico. «O Goberno galego -añaden- quere ofrecer unha solución global e común para a xestión da auga», tal y como hace años hizo con la creación de Sogama para ayudarles en la gestión y tratamiento de los residuos sólidos urbanos.

La Xunta ha iniciado conversaciones con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para materializar la iniciativa, a la vez que sondea experiencias similares que se llevan a cabo en otras zonas de España con el objeto de concretar la mejor alternativa posible.

Además de lograr una mayor eficacia y eficiencia en el servicio, otro objetivo del ente pasa por establecer un equilibrio territorial que corrija la situación actual, por la que los vecinos de algunos concellos no pagan nada por los servicios de saneamiento y depuración y, en otros casos, lo hacen siempre por debajo del coste que supone el mantenimiento de las infraestructuras.

Carencias en el mantenimiento de las infraestructuras

La gestión del ciclo del agua (abastecimiento, saneamiento y depuración) no es fácil para los pequeños municipios. De hecho, la Administración Hidráulica de Galicia, que tiene atribuciones para colaborar técnica y económicamente con los entes locales, ha detectado carencias relacionadas con el mantenimiento y renovación de las infraestructuras, con la gestión técnico-administrativa del servicio o con el control de la explotación. Este déficit no solo afecta a la propia calidad de la prestación que se ofrece a los ciudadanos, sino también a la reducción del período de vida de las infraestructuras, con la consiguiente pérdida de eficacia de las millonarias inversiones que se han llevado a cabo en los últimos 20 años -y se siguen haciendo- para garantizar una demanda básica de la población.

A estas carencias técnicas se une un importante desequilibrio de los servicios que impide aplicar el principio de recuperación de costes. Además, en los municipios con una mayor dispersión poblacional el coste per cápita se dispara. Es por eso que una gestión centralizada o supramunicipal permitiría una organización más racional, sin que el coste repercuta en el ciudadano.