Otra pica en Marte: la nave InSight consigue amartizar con éxito en el planeta rojo

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La sonda que llevaba siete meses viajando hasta allí ha conseguido posarse en suelo marciano

26 nov 2018 . Actualizado a las 21:26 h.

En la sala de control del Laboratorio de Propulsión de la NASA en Pasadena, California, había muchos rostros de tensión. Años de trabajo podían terminar este lunes en éxito o podían acabar estrellándose literalmente con la superficie de Marte. Pero a las 20.53 hora española los rictus de tensión se convirtieron en aplausos y abrazos. Desde la sonda InSight llegaban buenas noticias: había tocado suelo marciano. 

En esta captura de NASA Tv se aprecia la primera imagen de Marte captada por el InSight
En esta captura de NASA Tv se aprecia la primera imagen de Marte captada por el InSight Nasa Tv

«¡Aterrizaje confirmado!», anunciaba una operadora del centro de control de la misión. «Te siento, Marte. Y pronto conoceré tu corazón. Con este aterrizaje a salvo, estoy aquí. Estoy en casa», dijo en su perfil oficial de Twitter el módulo InSight, que ha ido retransmitiendo en directo y a través de esta red social su viaje desde la Tierra desde el pasado mayo.

Atrás quedan siete años de trabajo, siete meses de viaje por el espacio y esos siete minutos de angustia desde que la sonda atravesó la atmósfera de Marte hasta que tocó la superficie del planeta rojo. Por primera vez desde 2012 un artefacto volvía a intentar posarse en ese suelo rocoso. El último fue el Curiosity, también de la NASA y el único activo en la superficie del planeta rojo. 

La InSight, con un presupuesto de 993 millones de dólares, tiene ahora el objetivo de registrar los movimientos y temblores del planeta rojo, que se formó hace millones de años como un planeta rocoso, como la Tierra, pero que aún es un gran misterio. Para lograrlo cuenta, entre otros instrumentos, con un sismógrafo y una sonda que medirán la actividad y la temperatura internas del planeta, respectivamente.

En este aspecto será fundamental la labor de una excavadora mecánica, incluida en el módulo, que perforará hasta unos cinco metros de profundidad en la superficie marciana.

«Con Marte nada está nunca asegurado. Marte es difícil», resumía el domingo Thomas Zurbuchen, jefe de la sección científica de la NASA, que ha aprobado esta misión de casi mil millones de dólares para estudiar las entrañas del planeta rojo. 

Dos horas antes de llegar a la atmósfera marciana el equipo de entrada, descenso y aterrizaje hizo algunos retoques finales al algoritmo que guiaba a la nave espacial hacia la superficie. Tal y como informaba la NASA, eran «los últimos comandos emitidos a InSight antes de que se guíe roboticamente el resto del camino». La nave soportó gracias a su escudo térmico reforzado temperaturas de 1.500º al rozar la atmósfera marciana. Redujo entonces su velocidad desde los 20.000 km/h (entre tres y cuatro veces más rápido que una bala) hasta cero, hasta tocar la superficie. Para eso encendió sus 12 retrocohetes. Tenía que posarse en un área rectangular de 10 por 24 kilómetros llamada Elysium Planitia, donde realizará su actividad investigadora. Después de haber sido lanzada desde la Tierra, a 480 millones de kilómetros de allí, «es como marcar un gol a 130.000 kilómetros de distancia», destaca la NASA.

Aplausos, gritos y abrazos de alegría en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA tras el amartizaje de la InSight en Marte
Aplausos, gritos y abrazos de alegría en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA tras el amartizaje de la InSight en Marte MIKE BLAKE | Reuters

Solo Estados Unidos ha logrado colocar artefactos en Marte, tal y como recuerda AFP. Su inversión en estas misiones tiene el objetivo de preparar una futura incursión con exploradores humanos en la década de 2030. Aunque hasta ahora, más de la mitad de los 43 intentos por llevar a Marte robots, satélites u otros -ejecutados por agencias espaciales de todo el mundo- han fallado.