Cada vez más centros escolares dejan que alumnos y alumnas escojan libremente el uniforme que desean ponerse, independientemente de las etiquetas masculino o femenino
24 jun 2019 . Actualizado a las 14:13 h.Pantalón largo gris, jersey azul marino de cuello pico, camisa blanca, corbata de rayas, y zapatos negros en su versión invierno. Con polo azul marino de manga corta, en verano. Mismo uniforme para todos, sin distinción de indumentaria por sexo. El próximo curso se implantará en Galicia la medida que eliminará la obligatoriedad de la falda en las alumnas (aunque muchos centros ya permiten elegir qué atuendo quieren llevar ellos y ellas). Sin embargo, en Reino Unido, el país de los estrictos colegios privados donde se forman, entre otros, los miembros de la realeza, nos llevan la delantera en este sentido. Ya en 2017, la escuela Priory, situada en la localidad de Lewes, en East Sussex, adoptó el género neutro en sus uniformes, para evitar entre otras cosas, los sentimientos de exclusión entre el colectivo transgénero.
«Los alumnos se preguntaban por qué los niños tienen que llevar corbata y las niñas no, así que decidimos que todos tuviesen el mismo uniforme. Otro asunto es que tenemos un pequeño pero creciente número de alumnos transgénero, así que el hecho de que puedan llevar un mismo uniforme es muy importante para ellos”, explicaba en un periódico local el director del colegio, Tony Smith, que mencionaba también que había habido «problemas de decencia» sobre cómo debían llevar las faldas las alumnas (una cuestión de longitud).
También hubo críticas contra esta decisión. Uno de los antiguos alumnos del Priory, Piers Morgan, periodista, aseguró: «Es triste ver a mi vieja escuela sumida en este sinsentido de la neutralidad de género. Permitamos que los chicos sean chicos y las chicas sean chicas, y dejemos de confundirles de esta manera ridícula».
En un intento de integrar a los alumnos transgénero, algunos centros británicos han instalado en los últimos años lavabos unisex, y cada vez más colegios permiten elegir falda o pantalón, independientemente de la apariencia física de sus cuerpos, medidas que también implantó Obama durante su mandato en la Casa Blanca.
Los partidarios del género neutro, unisex, o genderless defienden dejar atrás etiquetas como 'masculino' y 'femenino' para conseguir una mayor libertad y poder sentirse a gusto con uno mismo. El diseñador español David Delfín fue uno de los mejores exponentes de esta filosofía sobre la pasarela. La actriz Tilda Swinton, la modelo y DJ Bimba Bosé o el cantante David Bowie representan también un estilo sin límites ni corsés. En el año 2015, la cadena londinense Selfridges inauguraba tres plantas dedicadas en exclusiva a este tipo de prendas y lanzaba una campaña publicitaria, Agender, su «respuesta a un cambio de pensamiento y de mentalidad que está ocurriendo y del que somos testigos».
