Artes marciales distintas: europeas y sin kimono

Mónica Pérez Vilar
Mónica p. Vilar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Mónica P.Vilar / Senén Rouco

El Club Falcata de Vigo recupera disciplinas de defensa personal que datan desde la época romana hasta el Renacimiento

19 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Piense en el término artes marciales. Probablemente la imagen tópica que se forma en su cabeza incluye kimonos, un deportista preferentemente oriental y varios gritos al estilo «¡kia!» En el Club Falcata de Vigo no hay nada de eso. Los practicantes son gallegos, los gritos, si los hay, son más guturales y, si hay que uniformarse para una exhibición, el vestuario elegido será el de legionario romano. Tal vez el de miembro de los tercios de Flandes.

Y es que esta asociación viguesa está inmersa en la recuperación de las HEMA (Historical European Martial Arts), las artes marciales históricas europeas. «Se trata de redescubrir las formas de combate de los soldados, los duelistas u otras formas de defensa personal en la antigua Europa desde la época romana hasta el Renacimiento» explica Ricardo Soto, presidente de Falcata.

Sistemas de entrenamiento

Aunque el uso masivo de la pólvora y las armas de fuego cortó la transmisión de este tipo de artes, Soto explica que todavía perviven algunas técnicas como el palo canario, el xogo do pau galaico-portugués o la lucha leonesa. Además, la investigación histórica permite reconstruir los métodos de entrenamiento y combate, por ejemplo, de la antigua Roma. «Tenían sistemas de entrenamiento absolutamente perfeccionados. Cogían a entrenadores de los antiguos deportistas de las Olimpiadas y aplicaban la tétrada o tetras griega: la preparación dividida en días, uno ligero, uno muy intenso, un tercero de descanso y recuperación y el cuarto de intensidad media. Si hoy en día quieres preparar a alguien para un deporte no hay muchos métodos mejores que ese» dice Soto, que además de instructor de HEMA es doctor en Educación Física y Deportes y cinturón negro quinto dan de kárate.

El sumun de estas artes se alcanzó en el Siglo de Oro español. Las técnicas de lucha en tiempos del capitán Alatriste llegaron a tal grado de tecnificación que los tratados sobre ellas, asegura este experto, son libros donde reinan las matemáticas y la geometría. «Las HEMA estaban, como poco, igual de desarrolladas que la artes marciales orientales. No era una cuestión de brutalidad, sino de destreza. Un trabajo de psicomotricidad fina. Llegaron a ser una ciencia».

A día de hoy, además de ser un ámbito de investigación histórica, entidades como el Club Falcata promueven la práctica deportiva de las artes marciales europeas. «Nuestro interés es que la gente comprenda que entrenar estas disciplinas es igual que llevar al niño a tenis o a hacer yudo» dice Soto. Ellos realizan sus clases en el centro deportivo Vicus de Vigo pero señalan que hay salas y gimnasios en distintos puntos de Galicia para iniciarse en una actividad que, aseguran, es perfecta para personas de todas las edades y condiciones.