El Reino Unido prohíbe una campaña que vincula vacunas con muertes de bebés

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Marcelo Camargo | DPA

Organizada por un grupo estadounidense usaba Facebook como plataforma para lanzar su mensaje

09 nov 2018 . Actualizado a las 08:23 h.

Los movimientos antivacunas han ido invadiendo las redes sociales con la misma rapidez con la que se reproducen los virus que frenan esos fármacos contra los que han emprendido una cruzada. Uno de los últimos intentos de hacer campaña en la red lo ha hecho el grupo estadounidense Stop Mandatory Vaccination (frena la vacunación obligatoria) con un mensaje que, de radical, ha acabado vetado por las Autoridades del Reino Unido. Porque, como publica el diario The Independent, la Autoridad para los Estándares de la Publicidad en ese país ha prohibido una campaña promovida a través de Facebook por el grupo norteamericano en la que advertía a los padres que la vacunación podía matar a sus hijos. Entre los mensajes lanzados estaba, por ejemplo, «no solo cualquier vacuna inoculada a cualquier edad puede matar a tu hijo, en el caso de hacerlo los médicos dirán que es el síndrome de muerte súbita».

Denuncia de una madre

Además, la acompañaban de una imagen en la que se veía a un niño con los ojos cerrados con el nombre «Owen Matthew Stokes (18 de agosto del 2017-25 de octubre del 2017)». Su sordidez desató la alarma de una madre que no tardó en denunciar que provocaba una inquietud innecesaria en los padres con argumentos que no tenían ningún fundamento científico.

Con la prohibición la Autoridad para los Estándares de la Publicidad en el Reino Unido trata de contribuir a poner coto a estos grupos para evitar catástrofes sanitarias como las 37 muertes o más de 40.000 casos de sarampión registrados durante el primer semestre del año en Europa, ocho veces más que en el 2016.

Por su parte, Larry Cook, el hombre que está detrás de la campaña alegó que, como publica el diario británico, en Estados Unidos había 6.122 de reclamaciones por casos de muerte por vacunas. Pero la entidad de control de la publicidad entiende que la campaña puede molestar a los lectores, sobre todo a los padres.

No cabe duda de que iniciativas como la prohibida ahora en el Reino Unido están detrás de un problema de salud pública que preocupa cada vez más a las autoridades sanitarias. La principal razón es que un 80 % de padres que optan por no vacunar a sus hijos han buscado la información en Internet.