El hombre americano procede de Alaska

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

GARY KEMPER | EFE

Un extenso estudio genómico del que forma parte la USC rastrea los ancestros de la población americana de hace más de 25.000 años y sus posteriores migraciones

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El estudio del ADN de la población americana tendría hoy en día múltiples coincidencias con el de la gallega, por razones obvias que tienen que ver con el fenómeno migratorio. Pero en el recorrido de la genética a lo largo de los siglos, la reciente conquista del continente americano por parte de los europeos no es más que una anécdota, un pequeño capítulo en la gran enciclopedia de la historia universal. Hay que remontarse mucho más atrás, más allá de los 25.000 años, para encontrar los ancestros de los nativos americanos, que ya tenían su propia historia mucho antes de que la escribieran los europeos. Eso es lo que hizo un grupo de investigación internacional del que forma parte la Universidade de Santiago, que está estudiando, a través del genoma, los orígenes y las migraciones de los primeros pobladores del continente americano.

El estudio, publicado en Science, es producto del arduo trabajo que supuso la secuenciación masiva de restos arqueológicos humanos de América. El equipo que lo realizó está formado por investigadores de Dinamarca, Canadá, Inglaterra, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Armenia, Chile, Alemania y Suiza. Y España, porque en ese trabajo participó también el profesor de la Facultade de Medicina de la USC Antonio Salas Ellacuriaga, miembro del Instituto de Medicina Legal de Galicia, quien reconoce que es difícil resumir la cantidad de información que arrojó este estudio, porque es mucha también la cantidad de información «que pode acubillar un só xenoma».

Hasta la fecha se habían estudiado una docena de genomas aislados extraídos de restos arqueológicos. Pero el trabajo publicado en la revista científica hace referencia a la secuenciación genómica de quince restos arqueológicos a lo largo del continente americano y de los que seis tienen una antigüedad superior a los 10.000 años. Según el doctor Salas, «representa o esforzo xenómico máis grande realizado ata a actualidade no campo do ADN antigo».

Tres grandes migraciones

La primera conclusión, la más significativa, es que la mayor parte de la variabilidad nativo-americana procede de un grupo ancestral que vivía en Alaska hace aproximadamente 23.000 años. Esta población se dividió con el tiempo en dos grupos: «Un dará lugar a todas as poboacións de nativos americanos que coñecemos hoxe en día, e o outro permanece na rexión de Alasca, o que hoxe denominamos como antigos berinxianos». Estos últimos no dejaron descendientes, por lo que «a súa existencia tan só se pode deducir da análise do xenoma de restos arqueolóxicos», subraya el profesor Salas.

Entre los 25.000 y los 8.000 años atrás se producen tres grandes movimientos migratorios que expanden a esta población originaria de Alaska por todo el continente americano.

El estudio, con todo, deja la puerta abierta a posteriores investigaciones, porque al este de los Andes, en Brasil, se descubrió «un ADN pantasma» de origen austral-asiática que no se sabe cómo pudo llegar a América.