Miga, olor, peso, costra, suela o presentación. Son algunos de los aspectos que han decantado la balanza. Este es el ranking de las mejores panaderías gallegas, según expertos del sector
10 nov 2018 . Actualizado a las 12:20 h.Los que eligen no son paladares aficionados sino expertos en pan de toda España. A lo largo del último año, establecimientos de todo el país han sometido sus productos a catas anónimas y visitas in situ. Seis semifinales han determinado cuáles son los ganadores de esta batalla entre hornos, en la que se han valorado aspectos como la costra, la suela, la miga, el olor, el color, el peso y la presentación. En total, y según las plataformas Panátics y Pan de Calidad, ochenta panaderías ya forman parte de la Ruta Española del Buen Pan. Entre ellas se han colado siete despensas gallegas.
Panadería Germán (Fisterra)
Un clásico que, además, repite en esta lista. Juan Luis Estévez defiende un buen amasado y una alta hidratación como claves del triunfo. Fundada en 1887, la clave para competir no está en el precio sino en la calidad. Pan como lo hacían nuestros abuelos, con modalidades de toda la vida -barras y baguettes, bolos, bolas, roscas o chapatas- y otras más innovadoras, como el pan de cebolla frita, el de cinco semillas o el de Peta Zetas.
Pan da Moa (Santiago de Compostela)
Otro imprescindible. Al frente de este obrador, el joven Guillermo Moscoso, que iba para biólogo. Tradición, porcentajes de agua y calidad de las harinas, con su propia marca de identidad, los diferencia. ¿La fórmula?: tiempos de fermentación prolongados y utilización de masas madre naturales. Entre su variada oferta: chapata de sementes, cornechos, molde rústico, centeno con pasas, de cerveza, avena y miel, o de tomate, queso y sésamo.
Forno do Carlos (Cea)
No podía faltar pan de esta Indicación Xeográfica Protexida. Otro despacho de pan familiar que ha pasado de generación en generación conservando la receta de un pan tradicional de corteza y miga contundentes e intenso sabor. Amparado con distintivo de calidad a nivel europeo y a nivel nacional, llevan cociendo este famoso producto desde mayo de 1981. Con dos hornos tradicionales de piedra del país, emplean maderas como el abedul, el chopo o el sapelli.
Amasame (A Santiña, Pontevedra)
En la ciudad del Lérez encontramos este local que data de 1922. Pan, tartas y empanadas horneadas en el único horno de piedra de la ciudad. Más de veinte tipos de panes distintos hechos con hasta dieciséis harinas diferentes. El maestro panadero Daniel Pampín comanda este negocio familiar. A los doce años ya se ganaba la vida como ayudante de sus padres en la sección de pastelería. Ahora está inmerso en un nuevo proyecto, Amasame Bakery Lab.
La Pintora (Nigrán)
Desde 1883 ejerciendo el oficio de panadero. Van ya por la cuarta generación. Fidelidad al producto natural y a los procedimientos de elaboración que mantienen la esencia original y tradicional en cada una de las especialidades. Espíritu netamente artesanal en un obrador que ofrece más de veinticinco variedades de panes. Entre sus postres más demandados, los queiques, con más de diez sabores y texturas.
Forno do Mosende (O Porriño)
Con más de 50 años de experiencia, en su página web se presentan como especialistas en pan artesano «siguiendo la tradición do Pan do Porriño». Hecho a mano y a fuego lento, su catálogo «fusiona las técnicas más actuales con un diseño propio». Recomiendan al cliente no dejarse «engañar por la invasión del pan industrial». Presumen de croissants artesanos, disponen de un servicio de catering y de catálogo personalizado, e imparten cursos de formación.
Panadería Amaquía (O Porriño)
El concello pontevedrés de O Porriño puede presumir de contar con dos panaderías en la lista de las mejores de España. Amaquía nació en 2003. Este mes de noviembre cumplen 19 años. «Todo o facemos nós e controlamos todo o proceso de elaboración que vén sendo un dos nosos puntos fortes, ademais dunha importante faceta creativa». Luis Miguel Iglesias, panadero y dueño, asegura que «cada día se aprende algo nuevo».
Todos ellos han recibido su correspondiente estrella en el firmamento nacional de las panaderías.