El vídeo de la caída del osezno no es «riquiño», pudo ser una tragedia causada por un dron

Iago García
Iago García REDACCIÓN | LA VOZ

SOCIEDAD

En las imágenes se ve cómo un osezno tiene dificultades para subir una ladera y encontrarse en lo alto con su madre. Si prestas atención coincidirás con biólogos y pilotos: los acercamientos del dron asustan a ambos poniéndolos en serio peligro

06 nov 2018 . Actualizado a las 15:59 h.

El debate en las redes está servido: ¿Se trata de un osezno en actitud juguetona con su madre o, por el contrario, ambos se sienten intimidados por el dron que les está grabando? Antes de continuar y profundizar en las conclusiones, echa un vistazo al vídeo:

La usuaria que colgó el contenido, señala que «todos deberíamos aprender una lección de este osezno: mira arriba y nunca te rindas». El vídeo, que ya se ha reproducido casi 20 millones de veces en apenas dos días, cuenta sin embargo algo muy distinto. es un ejemplo de superación, pero de superación del miedo. Algo de lo que se dio cuenta desde Galicia Xacobo de Toro, biólogo y profesor de ciencias de educación secundaria:

«Foi o domingo pola noite cando me decatei de que o que se vía era unha nai coa súa cría en estado de ansiedade movéndose perigosamente por unha cornisa», señala de Toro. Como experto, sustenta su teoría en las evidencias que se ven con claridad en las imágenes. Una de las que más llama la atención es la ruta que escogieron para transitar por la empinada cornisa. «Os animais tenden á eficiencia enerxética e o que menos esforzo lles suporía tería sido camiñar en diagonal, pero vese claramente en algúns momentos que o fan en liña recta ao verse ameazados», aporta al respecto.  

Momento en el que se observa cómo osa y cría afrontan la pendiente de la manera más peligrosa: en línea recta en vez de en diagonal al verse perseguidas por un dron. En diagonal les habría sido más fácil llegar a la cima. Tardarían un poco más, pero sería la actuación más habitual en el reino animal al no sentirse intimidadas
Momento en el que se observa cómo osa y cría afrontan la pendiente de la manera más peligrosa: en línea recta en vez de en diagonal al verse perseguidas por un dron. En diagonal les habría sido más fácil llegar a la cima. Tardarían un poco más, pero sería la actuación más habitual en el reino animal al no sentirse intimidadas

De Toro, también echa por tierra otro de los argumentos de aquellos que intentan ver una «conducta humana» en los animales. Hay quien indica que de lo que huyen realmente es de un ave rapaz. Es cierto, se observa una sombra en los segundos 11 y 39 del vídeo: 

Pero, es imposible que un ave de rapiña actúe de esa manera ante mamíferos de semejante tamaño. «Ten ocorrido que unha aguia real atope un raposo moribundo e o deprede, pero a un osezno, e coa nai ao lado, é difícil. De feito, o zarpazo que dá a osa coincide co momento no que máis se achega o dron», pone de relevancia el experto.

«Un operador de dron jamás debería actuar así»

Los momentos más peligrosos de la secuencia coinciden con las dos aproximaciones que el vehículo aéreo tripulado a distancia hace. Un movimiento mecánico y no de «zoom». Este último caso, el de empleo de un objetivo de distancia focal variable habría sido menos intimidante para la fauna. «Si el dron tuviese zoom, el fondo estaría distorsionado al acercarse y las figuras casi estarían pegadas sobre el fondo», apunta Julio Seijas, piloto y operador de dron. Y añade: «Se ve claramente que se trata de un gran angular de foco fijo, habitual en estos aparatos, porque en todo momento aparece totalmente enfocada la escena».

El momento en el que más cerca está el aparato (1' 16 ) la distancia es inferior a los 10 metros
El momento en el que más cerca está el aparato (1' 16 ) la distancia es inferior a los 10 metros

Dicho de otra forma, solo acercándose mucho era posible obtener el nivel de cercanía que se observa en este caso. ¿Cuánta es esa distancia traducida en metros? «En el plano cenital -el que capta el momento desde el punto más alto- será de alrededor de 20 metros y en el momento de máximo acercamiento es de menos de 10», indica Seijas.

Además, aunque en la edición posterior del vídeo se eliminó el audio, «un dron se escucha siempre» según Seijas. «A la altura máxima legal -continúa- el ruido se nota con claridad y más aún teniendo en cuenta la distancia a la que se acercó y la nula contaminación acústica que habría en la montaña». 

Ambos expertos, el biólogo Xacobo de Toro y el operador de dron Julio Seijas señalan que la observación de la fauna salvaje debe hacerse de manera contraria a este ejemplo. «A ninguén se lle ocorre achegarse tanto, pasa a ser un comportamento inducido que xa non é real», concluye de Toro. «Solo puede ser obra de un aficionado, un profesional no hace ésto porque no es legal ni tampoco ético o rentable», finaliza Seijas. Momentos de tensión, que pudieron costarle la vida al osezno si la caída se produce por solo unos metros en algún otro punto y que una vez más se trasladan a los fotogramas.

La osa mira directamente a su amenaza, el dron
La osa mira directamente a su amenaza, el dron

Al final de la secuencia, la osa corrobora sí realmente ha pasado el peligro mirando al dron
Al final de la secuencia, la osa corrobora sí realmente ha pasado el peligro mirando al dron

El hilo de twitter que te ponemos para finalizar también argumenta la caída del osezno de manera crítica, aunque se dio cuenta un día después que Xacobo de Toro.