Tres parapléjicos logran caminar gracias a la rehabilitación con estimulación eléctrica

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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David Mzee quedó tetrapléjico tras un accidente deportivo. Hoy puede dar ya algunos pasos por su cuenta
David Mzee quedó tetrapléjico tras un accidente deportivo. Hoy puede dar ya algunos pasos por su cuenta EPFL / JEAN-BAPTISTE MIGNARDOT

Todos recuperaron el control voluntario de los músculos de las piernas tras estar paralizados años

01 nov 2018 . Actualizado a las 17:20 h.

Tres parapléjicos que sufrieron lesiones de la médula espinal cervical hace muchos años ahora pueden caminar con la ayuda de muletas o un andador gracias a los nuevos protocolos de rehabilitación que combinan la estimulación eléctrica dirigida de la médula espinal lumbar y la terapia asistida por peso.

Este último estudio, llamado STIMO (Stimulation Movement Overground) y recogido por Europa Press, establece un nuevo marco terapéutico para mejorar la recuperación de una lesión de la médula espinal. Todos los pacientes involucrados en el estudio recuperaron el control voluntario de los músculos de las piernas que habían estado paralizados durante muchos años.

A diferencia de los hallazgos de dos estudios independientes publicados recientemente en Estados Unidos sobre un concepto similar, se demostró que la función neurológica persistía más allá de las sesiones de entrenamiento, incluso cuando se desactivaba la estimulación eléctrica. El estudio STIMO, dirigido por la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y el Hospital Universitario de Lausana (CHUV) en Suiza, se publicó este miércoles en Nature and Nature Neuroscience.

Este estudio logra un nivel de precisión sin precedentes en la estimulación eléctrica de las médulas espinales, según explicaron los autores. «Nuestros hallazgos se basan en una profunda comprensión de los mecanismos subyacentes que obtuvimos a través de años de investigación en modelos animales. Así pudimos imitar en tiempo real cómo el cerebro activa naturalmente la médula espinal», dice el neurocientífico de la EPFL, Grégoire Courtine.

«Todos los pacientes podían caminar usando un soporte de peso corporal dentro de una semana. Supe de inmediato que estábamos en el camino correcto», apunta la neurocirujana de CHUV, Jocelyne Bloch, quien colocó quirúrgicamente los implantes en los pacientes. «El momento y la ubicación exactos de la estimulación eléctrica son cruciales para la capacidad del paciente para producir un movimiento intencional. También es esta coincidencia espacio temporal la que desencadena el crecimiento de nuevas conexiones nerviosas», explica Courtine.

«La estimulación dirigida debe ser tan precisa como un reloj suizo. En nuestro método, implantamos una serie de electrodos sobre la médula espinal que nos permite dirigirnos a grupos musculares individuales en las piernas -explica Bloch-. Las configuraciones seleccionadas de los electrodos están activando regiones específicas de la médula espinal, imitando las señales que el cerebro emitiría para generar el caminar».