Lolita ya es abuela y está, como tantas abuelas, que no se lo cree con la alegría. Ella misma se encargó de confirmar a través de Instragram que su hija Elena Furiase había dado a luz y lo escribió en letras bien grandes sobre un fondo rosa fucsia: «Ya soy abuela de un niño precioso. Gracias al cielo, a la virgen del Pilar y mi casta y a la de mi yerno. Oleee, ya soy abuela». La protagonista de El internado dio a luz el viernes a Noah, un niño que nació de su relación con el músico Gonzalo Sierra y que pesó 2,8 kilos. Todo el clan Flores, desde su tío Guillermo a su tía abuela Rosario o su prima Alba Flores, fueron a conocerle, y supongo que a cantarle, a la clínica.
La reboda
Eugenia de York no cae especialmente bien a los ingleses, pero a ella no parece importarle demasiado hacer ostentación e intentar eclipsar la boda de Enrique y Meghan, por culpa de la cual tuvo que retrasar la suya. Ayer los invitados todavía seguían con una segunda noche de fiesta organizada por sus padres, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, y que estaba inspirada en una feria, con atracciones, food trucks y música. Debe de ser la moda entre las it girls y las que aspiran a serlo, porque hace unas semanas la bloguera Chiara Ferragni también incluyó norias y tiovivos en su boda italiana. Ahora entiendo por qué en la ceremonia de la boda su hermana, Beatriz de York, se leyó un pasaje de la novela El gran Gatsby, que, por si no se lo han leído, trata entre otras cosas del adulterio y las ruidosas fiestas de una sociedad decadente. Pese a sus ansias de protagonismo, la boda de la casa York solo la vieron en el Reino Unido 3,9 millones de espectadores, mientras que los duques de Sussex conquistaron en mayo a 11,5 millones.
Pajes de honor
Theodora Williams, la hija de 6 años del cantante Robin Williams, formaba parte del cortejo de pajes de honor junto a los príncipes Jorge y Carlota. Fue ella quien protagonizó la anécdota más graciosa de la boda cuando, a la salida del iglesia, le preguntó a Sarah Ferguson: «¿Eres tú la reina?». Cuando esta respondió que no, ella no se quedó conforme y replicó: «¿Eres una princesa?». Entonces la sonriente Sarah dijo que sí.