El Gobierno ruso prometió ayer transparencia en la investigación que abrirá para esclarecer los hechos, mientras la NASA también anunció estudio «exhaustivo» para conocer el origen del fallo. «Proporcionaremos toda la información necesaria sobre lo que provocó el accidente. Considero que los estadounidenses han reaccionado con comprensión ante esta situación», desveló el viceprimer ministro ruso, Yuri Borísov.
Los siniestros más graves en el espacio fueron los de los transbordadores estadounidenses Challenger, en 1986 y Columbia, en el 2013, que se cobraron la vida de 14 astronautas.