Un quinto contenedor para la basura orgánica

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

JOSE MANUEL CASAL

Aumentan en Galicia las iniciativas para producir abono de calidad a partir de los residuos domésticos

06 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Restos de comida, posos de café, de infusiones, filtros y paños de papel -sin tinta-, restos de jardín, cortes de pelo... Es la fracción orgánica de la bolsa de la basura, que en Galicia supone en torno a un 42 % del total de los residuos y que, lejos de constituir un desperdicio, supone un importante recurso cuando, después de un proceso previo, los restos de comida y vegetales se convierten en un excelente fertilizante natural que incrementa la productividad de los terrenos agrícolas para producir nuevos alimentos. El círculo se cierra. Pero, una vez más, para que el sistema funcione es imprescindible la colaboración ciudadana con una adecuada separación en origen de los desechos. Cada uno en su bolsa y contenedor correspondiente, porque una clasificación eficiente permite elaborar, en el caso de la materia orgánica, compost de calidad, un fertilizante natural cada vez más demandado.

Y cada vez son también más las iniciativas que surgen en Galicia dedicadas a la recuperación de la materia orgánica. Si los sistemas de gestión de residuos sólidos urbanos de Nostián y A Coruña fueron pioneros en este tipo de tratamiento, tanto para la generación eléctrica mediante biodigestores como para la producción de compost, en Sogama, que gestiona la gran mayoría de los residuos de Galicia, también llevan años fomentando esta alternativa. En su caso tiene en marcha desde hace diez años un programa de compostaje doméstico al que se han adherido 241 entidades de 145 concellos, 83 centros educativos y 14 colectivos sociales. En total se han repartido más de 8.200 compostadores, fundamentalmente en viviendas de la zona rural que cuentan con terrenos incorporados, fabricados con materiales reciclados y reciclables.

«Nosotros les proporcionamos los compostadoras, les ofrecemos material divulgativo y cursos presenciales, aunque el seguimiento del programa depende de cada ayuntamiento. La experiencia está funcionando muy bien, porque realmente es lo que se ha hecho siempre en el rural y cada vez son más los ayuntamientos que nos piden participar», destaca Teri Campos, responsable de comunicación de Sogama. El análisis de las muestras del material obtenido también revela el éxito de la iniciativa, ya que el abono resultante se correspondería con una calidad óptima tipo A, un excelente fertilizante para su uso en jardines y cultivos, que en estos casos se reutiliza en las propias fincas de los participantes. El 80 % de los usuarios que participan en la iniciativa ha mostrado su satisfacción por un plan al que no solo se han sumado particulares, sino también centros educativos o incluso instituciones penitenciarias como la de Monterroso, en Lugo.  

Nueva planta

«A xente implícase moito máis coa compostaxe doméstica e comunitaria, porque ve os resultados de forma directa e o compost que se obtén é de moita calidade, con máis dun 99 % de pureza», explica Manuel Soto, responsable del equipo de Ingeniería Química Ambiental de la Universidade da Coruña y experto en residuos. En Nostián, por ejemplo, los impropios rondan el 40 % y su calidad es baja. La mayoría no es útil como nutriente para las tierras de cultivo, aunque sí se puede emplear, por ejemplo, para la regeneración de canteras.

El reciclaje de la materia orgánica recibirá un nuevo impulso con la puesta en marcha de la planta de compostaje de Sogama, que se encuentra en período de pruebas y que dará servicio a los municipios limítrofes de la instalación, ubicada en el complejo de Cerceda. En torno a una veintena. Tendrá capacidad para tratar 15.000 toneladas anuales de residuos naturales, con los que se espera producir entre 3.000 y 4.000 toneladas de compost.

Sin embargo, el inicio de la puesta en funcionamiento de la planta depende de los concellos, que son los que deben de organizar su sistema de recogida para la incorporación de un quinto contenedor, el marrón, que se destinará exclusivamente a la fracción orgánica. De esta forma, los ayuntamientos adheridos a la experiencia contarán con el azul, para el papel y el cartón; el iglú vede, para el vidrio; el amarillo, para los envases; el marrón, para los desechos orgánicos, y el recipiente verde, para los restos.

La Consellería de Medio Ambiente también ha anunciado la organización de campañas educativas y de sensibilización social para fomentar la adecuada separación orgánica de los residuos, actividades en las que, además, se pretende reducir el desperdicio de los alimentos.  

Ayudas para contenedores

Los municipios también deben encargarse de la implantación de los nuevos contenedores, aunque la Consellería de Medio Ambiente tiene abierta actualmente una convocatoria para el reparto de los recipientes. Las entidades tienen de plazo hasta el 30 de octubre para presentar sus solicitudes, que deben incluir un resumen del proyecto de implantación y una declaración responsable firmada. «La planta de compostaje empezará a funcionar en cuanto los municipios participantes implanten el sistema de recogida con el nuevo contenedor», destaca Campos.

El compost también reduce la generación de desechos

El compostaje doméstico, por el que se ceden composteros a viviendas de la zona rural con jardines o fincas adheridas, o el comunitario, no solo son modelos que permiten un mejor aprovechamiento de la fracción orgánica de la basura, con su correspondiente beneficio ambiental, sino que también pueden suponer un ahorro importante para los municipios de la zona rural, para los que, en su mayor parte, el sistema de recogida de basuras es deficitario. ¿Por qué? Porque al prescindir de la fracción orgánica, la que provoca los malos olores, ya no es necesario que los camiones de la basura acudan a recoger los contenedores de forma rutinaria. «Redúcese a frecuencia da recollida, co que se obtén un aforro», constata el catedrático de Ingeniería Química de la Universidade da Coruña Manuel Soto, quien precisa que «nas cidades a eficiencia económica quizás non sexa tan competitiva, pero segue a ter unha importante vantaxe ambiental».

Tanto Manuel Soto como Manuel Vázquez realizaron un estudio, publicado en la revista científica Waste Management, en el que demuestran la eficacia del compostaje doméstico.  

Lo hicieron analizando ocho centros de actividad en los concellos de Oroso, Camariñas y A Laracha que participaron en un programa de este tipo de tratamiento auspiciado por la Diputación de A Coruña y Sogama. Los investigadores comprobaron que en las ocho zonas rurales examinadas el porcentaje total de basura se redujo un 13 %, para pasar de 1.164 kilos antes de la puesta en marcha del plan a 1.012. Los desechos orgánicos recogidos en contenedores también disminuyeron en un 39 %, de 527 a 324 kilos, lo que revela el gran potencial del compostaje para el manejo sostenible de la basura.

Otra forma de reciclaje para casi la mitad de los vertidos

La basura diaria que se genera en los hogares gallegos contiene un 42 % de materia orgánica de media que puede ser reciclada y retornada a la tierra en forma de humus para plantas y cultivos. De cada 100 kilos de este tipo de residuos biodegradables se obtienen entre 10 y 15 kilos de compost, un abono natural.