«Una gran oportunidad»
«Ir al campeonato es una gran ilusión para los chavales, porque pocas veces en la vida se te presenta una oportunidad así, pero también una buena ocasión para promocionar A Coruña, Galicia y la propia robótica, porque es el futuro. Toda ayuda es poca», destaca Amaya.
A la espera de encontrar una solución, los chavales siguen trabajando. Y sueñan con Tailandia. «Allí sería muy difícil ganar porque hay mucho nivel. Compiten 270 equipos, los mejores del mundo, y en algunos países asiáticos la robótica es una asignatura obligatoria y se pasan todo el año trabajando con ella», reconoce Jacobo. Y Juan lo refrenda de forma gráfica: «El mundial es el mundial». Aún así, su entrenador, Ángel Fernández, confía en ellos. «Quizás sean -dice- la mejor generación que haya tenido, porque los tres se complementan muy bien. Yo les he ayudado, pero el trabajo es suyo».