Cuatro de cada diez locales de hostelería incumplen condiciones de higiene

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

ÁNGEL LÓPEZ

Sanidade suspendió cautelarmente la actividad de 17 establecimientos tras la campaña de primavera

24 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Además de las inspecciones ordinarias que la Consellería de Sanidade realiza habitualmente en los establecimientos de restauración, periódicamente se llevan a cabo campañas especiales, que suelen coincidir con las épocas de mayor afluencia de turismo. La última se desarrolló en abril, y en ella se implicaron todos los efectivos veterinarios de salud pública -son los que realizan este trabajo- de forma individual o en equipos de dos.

Fueron doce días en los que visitaron casi 1.400 establecimientos, la mayoría locales abiertos al público en general, pero también negocios de restauración social, como comedores de hospitales, residencias de la tercera edad o centros educativos. De las 1.391 inspecciones realizadas se detectaron incumplimientos en 600 centros, en torno al 43 % del total. Y el principal motivo fueron las condiciones generales de higiene, ya que en más del 40 % se notificaron este tipo de incumplimientos. También falla en la restauración gallega la información al consumidor, ya que el 43 % de los establecimientos presentaban algún problema en este sentido. Las siguientes infracciones más comunes fueron la rastreabilidad -la información sobre la procedencia y el origen de los productos-, que afectó al 15 % de los centros inspeccionados; mientras que en un 11 % se detectaron envases rellenables de aceite o licores, una práctica prohibida desde hace cuatro años.

La lupa en moluscos y quesos

Esta campaña especial que se desarrolló en abril puso el foco en dos objetivos: verificar que los establecimientos estaban incluidos y habían actualizado sus datos en el Rexistro Galego Sanitario de Empresas e Establecementos Alimentarios, tal y como establece el decreto 204/2012, y comprobar que los locales de restauración cumplen una serie de requisitos. En concreto se vigiló la trazabilidad de las materias, es decir, que estén los proveedores registrados, sobre todo en lo que se refiere a moluscos y quesos; la no utilización de envases rellenables para el aceite y el aguardiente, así como el correcto etiquetado de otras bebidas alcohólicas; que la información facilitada al consumidor sea adecuada, haciendo hincapié en todo lo referido a los alérgenos; y finalmente se vigilaron las condiciones generales de higiene y la evaluación del riesgo de cada establecimiento.

¿Y qué ocurre cuando los inspectores detectan algún incumplimiento? Los pasos son diferentes según el tipo de infracción. En las 1.391 inspecciones realizadas se notificaron 695 requerimientos de subsanación. Son más que centros con incumplimientos porque un mismo local puede cometer varias infracciones. La mayoría, 362, se concentraron en establecimientos de la provincia de Pontevedra.

Los propios inspectores dan un tiempo a los responsables de los locales para que subsanen los errores en función de la urgencia y la gravedad de los mismos. Además, se llevaron a cabo durante estas visitas 76 inmovilizaciones de producto, casi todas en Pontevedra (54; otras 20 en A Coruña y dos en Lugo), al tratarse de alimentos que no cumplían con las condiciones establecidas; e incluso se suspendieron cautelarmente 17 establecimientos por la gravedad de sus incumplimientos.

Al menos veinte expedientes

El último paso es abrir un expediente sancionador, algo que solo ocurrió con 20 locales. Pero, tal y como indican desde Saúde Pública, esta cifra de 20 expedientes puede crecer, porque los inspectores tienen meses para abrir estos procesos y no tienen por qué hacerlo al instante. Sí se abre inmediatamente cuando se ha suspendido de forma cautelar el local afectado.

En cuanto a las multas, si las infracciones son calificadas como leves pueden llegar a los 3.000 euros; a 15.000 en el caso de las graves; y por encima de esa cantidad si están catalogadas como muy graves. Si el propietario reconoce la deficiencia y realiza un pago en un plazo establecido, esta multa puede reducirse un 40 %. Las visitas se hacen tanto en establecimientos de restauración sin comedor, por ejemplo bares o cafeterías, como en los que sí lo tienen. El 44 % se realizaron en locales del primer tipo; otro 45 % en centros con comedor; y el 11 % restante en establecimientos de restauración social como los de los hospitales, residencias o colegios.