El Vaticano suspende durante diez años a un sacerdote acusado de abusos en un colegio de Zamora

Europa Press

SOCIEDAD

El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, durante la rueda de prensa sobre el caso del sacerdote suspendido por el Vaticano
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, durante la rueda de prensa sobre el caso del sacerdote suspendido por el Vaticano J.Casares | EFE

Tendrá que residir en ese tiempo en un monasterio o convento fuera de la diócesis de Astorga, donde se produjo el delito a principios de los años ochenta

17 sep 2018 . Actualizado a las 19:19 h.

José Manuel Ramos Gordón, el sacerdote de la diócesis de Astorga acusado de supuestos abusos sexuales a menores en el Colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabaria (Zamora) entre los años 1981-1984, ha sido suspendido durante diez años de privación del ejercicio público y tendrá que residir en ese tiempo en un monasterio o convento fuera de la Diócesis astorgana.

Esta ha sido la resolución tomada por la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede a la investigación de dichos hechos, ya que consideran probados los hechos denunciados por la víctima y, por tanto, reconoce la comisión de un delito grave de abusos sexuales a menores tipificado en el canon 1395, según ha explicado este lunes en una rueda de prensa el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez.

Asimismo, la Congregación también ha notificado que una vez pasados los diez años, el sacerdote podrá volver a la diócesis para residir en la casa sacerdotal y solo podrá celebrar la eucaristía fuera de la casa con autorización del Ordinario.

Menéndez ha reconocido que es una pena canónica «muy dura» pero ha aclarado que al sacerdote acusado no se le ha puesto la pena máxima, que sería la expulsión definitiva de la diócesis, porque es un hecho que cometió hace 30 años «y en su ejercicio de la profesión posterior no se han producido problemas».

El obispo de Astorga ha apuntado que ha sido él mismo el que ha informado de la decisión adoptado al sacerdote y a la víctima a la que le ha expresado su «dolor» por la gravedad del delito cometido y le ha pedido «perdón» en nombre de toda la comunidad diocesana. Además, se ha puesto a su disposición «espiritual y humanamente» para todo lo que le pudiera ayudar.

Al respecto, Menéndez ha indicado que la víctima le ha pedido reabrir el caso y una indemnización económica, pero ha explicado que no tiene la potestad para poder hacerlo. De hecho, ha apuntado que los procesos canónicos «no se reconocen judicialmente».

José Ramón Gordón, que según el obispo «no aclaró lo suficientemente si había cometido el delito o no», también está acusado de cometer abusos sexuales en el Seminario Menor de La Bañeza (León) en el curso 1988-1989, que sí reconoció, pero por el momento la congregación no ha dado la resolución de ese caso.