Confirman rabia en murciélagos que mordieron en junio a dos personas en Valladolid y Huelva

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

ROBERTO HERMIDA

Con una diferencia de solo dos días, se notificaron sendas mordeduras de murciélago a personas

14 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la península Ibérica desapareció la rabia terrestre en 1978. Pero no así la aérea, la que transmiten los murciélagos. En junio de este año, con una diferencia de solo dos días, se notificaron en dos localidades de España sendas mordeduras de murciélago a personas, un joven de 19 años y una mujer de 58. En ambos casos se capturó al animal y se envió al Centro Nacional de Microbioloxía, que confirmó que tenían el lysavirus, europeo, es decir, el virus de la rabia.

Ambos recibieron el tratamiento establecido cuando hay una exposición a un caso de rabia, y los dos se encuentran bien de salud. Porque la rabia es una enfermedad con una letalidad elevadísima, de casi el cien por cien, por lo que es esencial evitar el contagio por todos los medios.

El último caso en Galicia

En Galicia la última sospecha es del año 2015, cuando una mujer de 85 años acudió al PAC de Cerdedo porque le había mordido su gata. Aunque el animal no presentaba síntomas, como murió días después y tenía acceso a una capilla en la que había una colonia de murciélagos, se activó la alerta y se envió el felino al Centro Nacional de Microbioloxía. En un primer momento el centro confirmó que era positivo pero cinco días después lo descartó al tratarse de un falso positivo.

De hecho, como Galicia está en una fase 0, las mordeduras de perros, ratas, gatos o zorros no necesitan la vacuna antirrábica, a no ser que los animales procedan de zonas endémicas de rabia. Sí es necesaria la vacuna e inmunoglobulina si el animal implicado es un murciélago.

¿Qué hacer?

El Sergas tiene un protocolo de actuación ante la mordedura de un animal con sospecha de rabia. Si se trata de un murciélago es imprescindible alertar al sistema de alerta epidemiológica de Galicia y tratar de capturar al animal para estudiar si efectivamente tiene la rabia o, por el contrario, puede tratarse de una falsa alarma.

El tratamiento que se administra es inmunoglobulina y la vacuna postexposición, que realmente es la misma que la que se pone previamente, aunque con otro régimen de administración.

Una vez que se presentan los síntomas la rabia es una enfermedad prácticamente mortal. Pero el lavado a fondo de la herida y la vacunación realizada en las horas posteriores a la mordedura pueden evitar incluso que aparezca la patología.