La socorrista invitó a salir a una joven de Redondela y alegó que «los niños tampoco pueden ir sin braguita»
05 sep 2018 . Actualizado a las 19:55 h.«Es una cuestión de higiene». Este es el motivo por el que obligaron a salir del agua hace unos días en la piscina de Os Tilos, en Teo, a una joven de Redondela que hacía toples. María González Otero pudo sentirse como una de aquellas suecas del cine typical spanish de los años sesenta que escandalizaban a las españolitas e hipnotizaban a los españolitos. Pero ni José Luis López Vázquez aparece en escena, ni el episodio es de la época de las exóticas turistas y el macho ibérico. Ocurrió en Teo el 22 de agosto.
No era la primera vez que María González Otero, que trabaja en un centro de menores del municipio, acudía a las instalaciones. Ese día fue con un grupo de jóvenes para disfrutar el día y darse un chapuzón, pero la experiencia resultó humillante. «En canto me metín na auga a socorrista díxome que tiña que saír porque non podía bañarme sen a parte de arriba do bikini, que podía estar sen el na zona de area e toallas pero non dentro da auga», recordaba ayer. La mujer, usuaria habitual de la piscina, donde nadie le había dicho nada parecido antes, se puso una camiseta y fue directamente a recepción para poner una reclamación. La respuesta que recibió desde detrás del mostrador fue la gota que colmó el vaso. «Entendo que estades a coartar a miña liberdade de expresión e por iso quero pór unha reclamación», dijo la afectada. Perpleja se quedó justo después cuando la misma socorrista le soltó: «Solo te dije que no podías bañarte sin la parte de arriba, no es por nada, solo cuestión de higiene».
María hizo un nuevo ejercicio de respiración y argumentó que había otras personas en las instalaciones que tampoco llevaban parte de arriba. No tuvo tiempo para más porque la contestación no admitía muchas más respuestas. «Los niños y las niñas tampoco pueden ir sin braguita», le soltó la socorrista interrumpiéndola. «Ata aí puiden chegar, entón si que xa me molestei. Respondín que son cousas totalmente diferentes, xa que isto é o torso e os homes da piscina non o teñen que cubrir por cuestión de hixiene», recuerda. «En verdad es más higiene para ti», replicó la socorrista, sentenciando la comunicación entre las partes.
Puso la reclamación y al día siguiente fue a Consumo «a asesorarme, porque era a primeira vez que me vía nunha así, e alí dixéronme que na propia piscina tiñan que darme unha folla oficial da Xunta para a reclamación e, senón, que chamara á Policía Local». María siguió las directrices de este departamento de la Xunta y volvió a la piscina. «Dixéronme que alí non tiñan as follas oficiais, que fose á piscina da Ramallosa...». Así que ella llamó a la Policía Local.
Dos días después la llamaron desde recepción pidiéndole disculpas y aceptando los tres puntos de su reclamación: que se le devolviera el precio de las entradas, que se permita a todas las mujeres que quieran bañarse en toples y una disculpa. «Nin os meus peitos nin os de ningún home contaminan», le dejó claro María.
Ese mismo día recibió también un wasap del concejal de Deportes de Teo, Jorge Carballido. En el mismo muestra «a nosa desconformidade co sucedido. Por suposto que ten todo o dereito á devolución das entradas, da desculpa e de que desde o departamento de deportes reciba o noso apoio». «Xa foron cursadas as instrucións para que non suceda unha situación similar», dice.
Ayer trasladó a La Voz una valoración similar. Jorge Carballido calificó los hechos de desafortunados y destacó que «por suposto, do da hixiene non ten nin cabida falar». Cualquier hombre o mujer podrá seguir bañándose en las piscinas municipales del municipio de Teo con el torso desnudo. El concejal advirtió que, en cualquier caso, no hay nada regulado porque no hay ordenanzas sobre el uso de las piscinas.
El pequeño gran paso de esta joven redondelana, apoyado e informado por la Asemblea Feminista Paxaretas, fue ayer muy aplaudido en las redes sociales. «É un orgullo ver todo o que se loitou ata agora e que, no punto no que podemos falar dunha nova onda do feminismo, consigamos con estas pequenas cousas, grandes cambios», dice.