La feria tecnológica IFA, de Berlín, avanza la próxima comercialización de pantallas con la máxima resolución y permite ver cómo serán los hogares inteligentes
31 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los televisores 4K pronto serán el pasado de la tecnología. Una de las grandes estrellas de la feria IFA de Berlín, el mayor salón europeo de la electrónica y que hoy abre sus puertas al público, son las nuevas pantallas domésticas con la mayor resolución existente hasta el momento: el 8K. El próximo mes de octubre, Samsung sacará al mercado el QLED 8K, el primer televisor que cuenta con esta calidad de imagen y 33 millones de píxeles. Los primeros aparatos se comercializarán en formatos de 65, 75 y 85 pulgadas con un rango de precios de entre 5.000 y 15.000 euros en España.
Por su parte, LG anunció en Berlín que sus primeros televisores con resolución 8K saldrán a la venta en España en septiembre del 2019 e incluirán modelos LED y OLED de 88 y 75 pulgadas.
Pero más allá de la tendencia hacia el aumento de la superficie media de las pantallas y la conectividad como requisito obligatorio, el gran aliciente de la feria IFA es el de descubrir cómo será el futuro hogar conectado. Las posibilidades parecen infinitas. Desde hoy, los visitantes podrán descubrir cómo los frigoríficos pueden detectar los alimentos que tienen en su interior y las lavadoras ponen el detergente en la lista de la compra cuando este se agota.
Samsung presenta en la feria toda una gama de electrodomésticos adaptados al Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Esto incluye hornos como el Dual Cook Flex, que cuenta con una guía de cocina con recomendaciones sobre cómo cocinar un plato, puerta flexible y funciones para mejorar la eficiencia energética; lavadoras Quick Drive, con un sistema basado en la inteligencia artificial para optimizar el cuidado de la ropa y para adaptar las coladas a los horarios que mejor convengan al usuario; y el frigorífico inteligente Family Hub, con planificador de comidas integrado.
Con el aspirador inteligente y sin cables como uno de los dispositivos más demandados, las apuestas del futuro pasarán por los asistentes de voz, los sistemas para gestionar a distancia la iluminación y la temperatura del hogar y los aparatos de videovigilancia.
Pero con los avances tecnológicos llegarán también los riesgos de seguridad aparejados al Internet de las Cosas y a un mundo en el que todos los sistemas estarán interconectados. «Los dispositivos con los que estamos tratando son a menudo ordenadores de producción barata -indicó Linus Neumann, portavoz del Chaos Computer Club (CCC), la mayor asociación de hackers de Europa, en declaraciones recogidas por Dpa-. La presión sobre los precios en la industria se hace a menudo a expensas de la seguridad, especialmente en cuanto a la calidad del software y el cuidado posterior».
Un reciente estudio de la asociación del sector Bitkom, y citado por Dpa, muestra que uno de cada cuatro alemanes cuenta ya con al menos una aplicación doméstica inteligente en su hogar y un 37 % de los encuestados planean comprar un dispositivo doméstico inteligente en los próximos doce meses. Muchos de ellos, si no lo han hecho ya, es por temor a la intromisión de hackers a través de alguna de las aplicaciones que permiten la gestión del hogar mediante inteligencia artificial. Una cuarta parte de los encuestados también teme por su privacidad o por el uso indebido de sus datos personales.
Por esta razón, el Chaos Computer Club demanda que las instituciones públicas obliguen a los fabricantes a asumir una mayor responsabilidad a la hora de mantener las actualizaciones de sus dispositivos.