Afrogalegas, la lucha sin tabúes contra el racismo

Alba Tomé / m. f. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Alina Espiño

El colectivo creado por mujeres negras organiza en A Coruña un acto con la proyección del filme «Gurumbé»

25 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de un largo recorrido por festivales internacionales de cine, Gurumbé: Canciones de tu memoria negra llega a A Coruña en el tercer encuentro abierto de Afrogalegas, donde sus fundadoras y gestoras dirigirán el acto y presentarán el colectivo surgido de manera espontánea.

Una obra de teatro el invierno pasado fue el impulso que necesitaban. Se juntaron para protagonizar un debate tras No es país para negras de Silvia Albert y, al verse retratadas en el escenario, se hicieron compañeras de batalla. Descubrieron que, al margen de su proceso migratorio, tenían cosas en común: eran y son acosadas y cuestionadas por su color y su origen, por lo que consideraron necesario crear una red de mujeres negras y gallegas, empleando el término «negro» y no «personas de color o negritas», palabras que les molestan. «Es un proyecto individual que se hace en grupo, cada afrogalega tiene su propia historia», comenta Yosehanna Ledesma.

Cuenta que hacer activismo es difícil porque las mujeres afrodescendientes tienen trabajos precarios con horarios incompatibles, pero siguen trabajando para visibilizarse y defender que «los negros hemos sido siempre parte de la sociedad». En su lucha, argumentan que ya hay más de una generación de negros en Galicia y que todavía tienen que justificar su origen aunque no conozcan otro país. «Mi hija dice que es dominicana y fue allí dos veces» dice Yosehanna. Por consecuencia, apuntan la importancia de la historia y de la educación para eliminar los prejuicios hacia las mujeres afrodescendientes: «todo viene del pasado y queda reflejado en el documental», apunta Zinthia Alvarez.

Artemisa Semedo fue la primera en saber de Gurumbé y no dudó en comentárselo a sus compañeras, asegurando que «en el colegio no nos enseñan nada sobre la historia negra». Así, se apoyarían en la cultura audiovisual para explicar su pasado. Encontraron en la obra del antropólogo y cineasta andaluz Miguel Ángel Rosales el discurso idóneo para ello: el retrato de la gran influencia de los negros en España, fundamentalmente en la música y en la danza. En este primer largometraje del director, la música es un elemento narrativo y el baile un texto más, que se alterna con entrevistas a artistas y a expertos investigadores del tema, desde la esclavitud hasta el flamenco y sus orígenes.

Rosales, aunque ya conocía la relación de los negros con Sevilla, confiesa: «Me enganché cuando me di cuenta de la capa de silencio sobre el tema tras hablar con muchos profesores». Decidió unir las reflexiones de catedráticos e historiadores como Abuy Nfubea, Elena Morán o Aurelia Martín Casares, pionera en el estudio de la esclavitud en España. Ella, que no se considera muy mediática, confiesa que decidió participar en Gurumbé al saber que Rosales pretendía crear un discurso con una línea de investigación científica y de manera objetiva. Tras múltiples estudios y ponencias internacionales, asegura que la esclavitud no se enseña en ninguna parte del mundo y «yo he encontrado más de 2.500 documentos de compraventa de esclavos», añade.

Aunque de carácter histórico, el filme no se aleja de la parte emocional que aportan la música y la danza, al igual que los testimonios de músicos como el guitarrista flamenco Raúl Rodríguez, o el sonido de la zambomba en la procesión de la cofradía de los Negritos. «Es un canto a los olvidados y un grito contra la falta de diversidad», opina el director andaluz. El documental, tras dos años de vida, está más vivo que nunca y el propio Rosales lo trae al presente por la emigración.

La iniciativa busca visibilizar la influencia de los pueblos negros desde el siglo XV. El documental ha abierto un debate desde su estreno y las organizadoras invitan al evento a todos los que quieran participar, hoy a las 11.00 en el Centro Ágora en A Coruña. El futuro de las Afrogalegas será hacer presión, pero siempre con argumentos, desde la educación y la cultura.