La Fundación 'La Caixa' colabora con la asociación Igaxes en el programa «Escola da Vida»
05 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.No cabe duda que superar con éxito las cuestas que se pueden ir presentando a lo largo de la vida escolar no es como recorrer un camino de rosas. Menos aún cuando en el ámbito familiar no hay apoyo para resolver dudas que van más allá de las cuestiones académicas o cuando son escasas pro vivir en un entorno desestructurado. Los datos a los que hace referencia el director de la asociación Igaxes, Carlos Rosón, lo muestran. Apunta que «hay trabajos que muestran que dos de cada tres niños de entornos socioeconómicos complicados acaban abandonando la escuela de un modo temprano».
Con el objetivo de que no se apeen tan pronto, el colectivo trata de cubrir esa falta de colaboración en el hogar con la puesta en marcha desde hace años del programa Escola da Vida. Lo desarrollan en Santiago de Compostela, los concellos limítrofes, además de algún otro municipio salteado por el resto del territorio gallego. La Fundación la Caixa colabora con este proyecto aportando 24.000 euros. La idea es garantizar la equidad para estos menores favoreciendo su permanencia en la escuela.
«En general, trabajamos en el campo de la familia. Lo hacemos en ámbitos diferentes. La escuela, en inserción laboral y con la comunidad en la que están», resume el director de Igaxes.
Pero se detiene con más detalle en el programa apoyado por ‘la Caixa’: «El abandono educativo temprano frena la incorporación al mercado laboral. Lo que hacemos es trabajar con el equipo de tutores de institutos o centros escolares, además mantenemos contacto con los servicios sociales para prestar ayuda a los chavales de esos entornos más desestructurados. La idea es que haya equidad desde el punto de vista escolar», describe. Porque, como añade, «igualdad hay porque tienen los mismos profesores, van al mismo colegio. Lo que no tienen es equidad porque en su entorno no favorecen o potencian el éxito escolar».
¿Cómo trabajan ahora en la asociación? Están en varios niveles. Lo habitual es operar de forma coordinada con los servicios sociales, pero sobre todo con los centros educativos en aquellos temas donde notan una carencia o en temas que ellos entienden como más relevantes. La solución de conflictos, el manejo de las redes, resolver dudas... También realizan tutorías con aquellos alumnos que han de tener un apoyo más personalizado o trabajan incluso de modo individualizado con la familia.