División entre grupos feministas ante la propuesta de llevar ropa negra en el chupinazo del viernes

p. ojero MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Juan Carlos Hidalgo | efe

El gesto no cae bien en Pamplona, donde consideran oportunista este llamamiento. Cambiar la traidición, creen, es «dar protagonismo e importancia a los agresores»

03 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El reciente auto que permitía la puesta en libertad de los cinco integrantes de La Manada acusados de un delito sexual en los Sanfermines del 2016, conocido unos días antes del comienzo de las fiestas de Pamplona, ha indignado a los grupos feministas. Y sin duda, la decisión judicial marcará los Sanfermines, que comienzan el próximo viernes.

Pero también en el lado feminista están surgiendo roces. Estos días está corriendo como la pólvora por las redes sociales un llamamiento para que las mujeres cambien la tradicional camiseta blanca por una negra en el comienzo de las fiestas. La voz cantante de esta reclamación la lleva un colectivo llamado Alerta Feminista, que ha publicado el siguiente mensaje en Facebook: «El 6 de julio está convocada una acción que consiste en llevar todas las mujeres una camiseta negra. Desde Valencia, proponemos hacerlo a nivel estatal, y corremos la voz para que todas las mujeres del Estado español llevemos la camiseta negra en repulsa de la manada, las manadas, y el sistema que es la mayor de ellas».

Discrepancias

La idea ha sido secundada por las periodistas Rosa Montero y Maruja Torres, pero no ha caído bien en Pamplona. Tal ha sido la controversia suscitada en la ciudad que las propias asociaciones feministas de la capital navarra, donde hace ya 10 años se inició el movimiento contra las agresiones sexistas a raíz del homicidio de Nagore Laffage, han tenido que salir al paso. «Desde la Plataforma de mujeres contra la violencia sexista de Pamplona no vamos a secundar ni promocionar ninguna de estas convocatorias y aún menos cuando no sabemos de dónde salen y están sin firmar», alegaron ayer en un comunicado. Recuerdan que «la lucha contra las agresiones sexistas es un trabajo de largo recorrido que ni empezó el 7 de julio del 2016 ni por desgracia terminará en este 2018». Por ello, los grupos feministas de Pamplona consideran que «algunos de estos llamamientos nos resultan oportunistas y el de que las mujeres no participen en las fiestas, directamente impresentables». Este comentario viene a cuento de otra iniciativa surgida que pide que las mujeres no acudan a Pamplona.

La tradición

Una dirigente feminista de la capital navarra recuerda respecto a la iniciativa de llevar camisetas negras que «la camiseta blanca y el pañuelico rojo forman parte de la tradición sanferminera. Cambiarlo supondría dar protagonismo e importancia a los agresores. Algo que ni se merecen ni ayuda a normalizar las fiestas».

En esta línea, un estudio encargado por el Ayuntamiento de Pamplona a la Universidad Pública de Navarra y hecho público ayer destaca «el tratamiento pionero para abordar las agresiones y abusos sexuales en los Sanfermines que se lleva a cabo en Pamplona desde hace años, tanto en el ámbito institucional como a nivel social y de medios de comunicación». De acuerdo a este estudio, Pamplona es la ciudad que cuenta con un mayor índice de casos de agresiones y abusos esclarecidos.