La dama de las profundidades

La Voz C.L. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MIKE COPPOLA

La bióloga marina Sylvia Earle, premio Princesa de Asturias de la Concordia

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay nada que dé una mayor sensación de paz que sumergirse en el océano para contemplar el movimiento de la fauna marina discurriendo entre la vegetación. De poder recordar el paso por el vientre materno, probablemente sería una sensación comparable. La bióloga marina estadounidense Sylvia Earle (Nueva Jersey, 1935) lo supo la primera vez que se metió en el mar. Tenía 3 años. Desde entonces, de un modo diferente en cada etapa de su vida, ha estado dedicada a salvaguardar y proteger un medio en el que se ha sumergido más de un centenar de veces. Hasta acompañó a James Cameron cuando estaba preparando su película Avatar. Sus sueños, como recuerda Alicia García de Francisco, de la agencia Efe, son «sumergirse en el agua, salvar el océano, ser un pez».

Por algo la han apodado la dama de las profundidades, la mujer que supo navegar con tiento en un mundo de hombres. Sus repetidas advertencias sobre el paraíso perdido en el que se ha convertido el océano y su lucha incesante por recuperar el corazón azul del planeta la han hecho merecedora del premio Princesa de Asturias de la Concordia.

La bióloga marina fue reconocida por su labor divulgativa y de protección de los océanos Fue en 1953 cuando descendió por primera vez al fondo del mar. Es miembro de National Geographic, ha estado al frente de la administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos... Es una dama respetada porque no ha flaqueado nunca en su empeño de proteger el mar, porque es de los que creen que solo protegiéndolo nos protegemos como seres humanos.

Para lograr el objetivo ha ido a toda cuanta conferencia se ha organizado para alertar del peligro que supone para el planeta, en general, y para el ser humano, en particular, todo lo que se ha hecho al medio marino. «En cincuenta años -recuerda habitualmente- hemos acabado con el 90 % de los peces grandes del mar». Hace un año, en Chile apuntó también durante un congreso sobre áreas marinas protegidas que «la humanidad ha ignorado los límites» sobre el uso de los mares en beneficio propio, lo que ha desencadenado un «brutal y crítico deterioro» de esos medios. Por eso se ha dedicado a protegerlos.