«Perdonad que no espere por el premio, pero tengo que ir a casarme»

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

SOCIEDAD

Un pontevedrés que gana un concurso de panaderos no recoge el galardón por ir a su boda

13 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dani Pampín y Nati Cancela, de la panadería A Santiña de Pontevedra, confesaban en este periódico hace unos meses que les unían dos cosas: un amor más bonito que un campo de flores y el gusto por el pan bien hecho. Así de claro lo tenían. Y esas dos cosas han marcado el inicio de su matrimonio. ¡Y de qué manera! La boda se celebró el sábado con una ceremonia entrañable. Pero la miga del asunto, nunca mejor dicho, estuvo tanto en la jornada nupcial como en los días previos a cuenta de la pasión desbordante de Dani por la panadería, esa misma de la que viven sus padres y que también le transmitió su abuelo, José Pampín.

Todo empezó con una llamada al teléfono de Dani. «Me avisaron de que me eligieron finalista del Certamen Nacional de Panaderos Artesanos de Cazorla, en la categoría de panaderos tradicionales. Habían elegido a cinco de toda España y me invitaban a participar en él del 7 al 10 de junio. Tal y como soy yo, que me emociono rápidamente, le dije a Nati [aquel día su novia y ahora su mujer]: 'nos vamos a Cazorla del 7 al 10'». Es Nati la que sigue contando la historia: «Yo le contesté: '¿Dani recuerdas que el 9 nos casamos?'». Dani, efectivamente, recordó la boda y pensó en no ir. Pero, oh sorpresa, Nati lo convenció. Y se fue a Cazorla, en Jaén: 960 kilómetros de coche. Estuvo en el certamen, creyó que era el menos indicado para ganarlo.

El caso es que el certamen seguía su curso, todo iba de maravilla, pero el reloj nupcial de Dani corría a toda prisa. Faltaban horas para la boda y la cosa seguía en semifinal. Así que, sin saber si ganaría o no, el panadero pontevedrés se marcó el clásico gallego marcho que teño que marchar. «Perdonad que no espere por el premio, pero tengo que ir a casarme», les dijo con sonrisa a los de Cazorla. El domingo, después de la boda, le comunicaron que era el mejor panadero artesano en la categoría tradicional.