Zuckerberg pide «perdón» a los europeos sin garantizar la protección de sus datos

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

DPA | Thierry Roge

El presidente de la Eurocámara le recuerda que sus disculpas no son suficientes

23 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Cómo quiere que lo recuerden? Como un gigante como Steve Jobs o Bill Gates, que han enriquecido a nuestras sociedades, o como un genio que creó un monstruo digital que las está destruyendo?». Fue la pregunta que le lanzó ayer el líder de los liberales en la Eurocámara, Guy Verhofstadt, al director general de Facebook, Mark Zuckerberg. El magnate estadounidense acudió al Parlamento Europeo para rendir cuentas por el escándalo del robo masivo de datos que perpetró la consultora Cambridge Analytica en su red social. Lejos de calmar los ánimos, Zuckerberg generó más incertidumbre con su actitud cínica y la vaguedad de sus respuestas.

Arrancó su comparecencia reconociendo lo obvio: que Facebook no protegió la privacidad de sus usuarios. «No hemos hecho lo suficiente para evitar que algunas herramientas se utilicen para dañar e interferir en elecciones con noticias falsas. No tuvimos en cuenta eso y fue un error. Pedimos disculpas», admitió a modo de falsa penitencia para acto seguido eludir las preguntas más polémicas.

«La democracia no puede convertirse en una operación de márketing», le recordó el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, indignado por el rol que jugó Facebook a la hora de facilitar injerencias en procesos electorales como el brexit. Sobre las disculpas de Zuckerberg, Tajani fue tajante: «Lo aceptamos, pero no es suficiente».

«Nuestra prioridad es garantizar que se impide a cualquiera interferir en las elecciones como pudieron hacer los rusos en el 2016 (...) Fuimos lentos», trató de complacer el Zuckerberg.

Y hasta ahí el entendimiento entre los líderes de los grupos políticos y el estadounidense, quien se negó a explicar por qué no advirtió en el 2014 a sus usuarios del peligro que corría la privacidad de sus datos. Tampoco quiso responder a la petición de hacer públicos los algoritmos que emplea la red social para personalizar la publicidad que muestra a los miembros de la comunidad o por qué a escasos días de que entre en vigor el nuevo reglamento general de protección de datos europeo (RGPD) tomó la decisión de trasladar entre 1.500 y 1.900 millones de cuentas de usuarios registrados en Europa a los servidores de Estados Unidos, una maniobra que le permitirá esquivar las estrictas reglas del RGPD.

Por la polémica de la elusión fiscal pasó de puntillas cuando Philip Lambert le pidió que hiciera públicos los datos sobre actividad, beneficios y pago de impuestos por países en la UE. «Facebook siempre ha pagado impuestos en los países donde hemos operado, pagamos tasas e impuestos regulados por ley», explicó Zuckerberg, olvidándose de los esquemas de planificación fiscal agresiva a los que se acogió la empresa para reducir su factura con las Haciendas europeas.

¿Qué pasa con la información que recopilan sin consentimiento de terceras personas que no disponen de cuenta en la red social? La compañía defiende su rastreo cuando tratan de ver páginas de Facebook «por seguridad de nuestra comunidad».

El líder de los socialdemócratas, Udo Bullmann, no escondió su enfado por las insuficientes y ambiguas explicaciones de Zuckerberg: «Estamos en una situación crítica porque sus prácticas empresariales están socavando dos valores importantes de nuestras sociedades: la privacidad de los datos personales y el derecho de autogobierno de las naciones soberanas», le espetó.

¿Tomará medidas Facebook para poner fin a injerencias electorales y escándalos? El estadounidense no pudo dar garantías. Es más, aseguró que posiblemente surjan nuevos casos como el de Cambrigde Analytica a medida que analicen las miles de aplicaciones de la red. Se encomienda a la inteligencia artificial, a los chequeos de aplicaciones y a los verificadores independientes de contenidos para poner orden en la selva digital. «En las elecciones francesas eliminamos 30.000 cuentas falsas (...) En total son menos del 10 %», celebró antes de anunciar que en los próximos meses la plataforma ofrecerá la posibilidad de borrar el «historial» de Facebook o de paralizar la grabación de datos. Si en tres meses el usuario no interactúa con una aplicación deberá conceder de nuevo permiso para el tratamiento de sus datos.