El estricto protocolo de la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry

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SOCIEDAD

BEN BIRCHALL | Afp

Desde la vestimenta, hasta el menú pasando por cómo y con quién hablar. En el enlace de este fin de semana nada debe dejarse al azar

17 may 2018 . Actualizado a las 19:31 h.

La del príncipe Harry y Meghan Markle no será una boda al uso. En el enlace del año cualquier mínimo detalle debe ser estudiado; puesto que detrás de la gran celebración de este fin de semana existe un estricto protocolo real que debe cumplirse a rajatabla por parte de los novios, pero también de los invitados. Todos los asistentes deben tener en cuenta que el evento estará muy alejado de las fiestas de «la plebe» británica. 

1. La verdadera anfitriona, la reina Isabel

Jo Bryant, experta en etiqueta, recuerda a los invitados que en Reino Unido la comida tradicional de la recepción de la boda tras la ceremonia se conoce como desayuno de boda y avisa: «Los más novatos en este tipo de eventos deben recordar recuerden que están en una ocasión real cuya anfitriona real será la abuela de Harry, la reina Isabel II».

2. Levantarse cuando lo mande el protocolo

La impuntualidad está, básicamente, prohibida. Es importante llegar a la justa hora a la que debe cada uno. Pero no es el único detalle a tener en cuenta. Explica Bryant que hay que levantarse cuando se requiere durante la ceremonia, «por ejemplo, tradicionalmente cuando llega la reina y cuando entra la novia». «Si les presentan a un miembro de la familia real deberían inclinarse o hacer una reverencia», añaden. Los invitados también deben «sentarse donde deben y hablar con la gente sentada a su lado», dice Bryant.

La experta señala que la etiqueta real ha cambiado muy poco desde que el padre de Harry, el príncipe Carlos, se casó con Lady Diana Spencer en 1981. «Los protocolos y las normas son por lo general los mismos», dice. «Aunque existe la idea de que esta boda será más relajada y tendrá algunos toques personales de la pareja, especialmente porque es más pequeña e íntima».

El hermano mayor de Harry, el príncipe Guillermo, y su mujer, Catalina, duquesa de Cambridge, enviaron a los invitados un pequeño folleto con recomendaciones de etiqueta y protocolo antes de la boda en el 2011, que fue mucho más grande. «Como no es una boda real 'oficial', y en muchos aspectos parece un poco menos formal en Widsor, esta vez no se darán este tipo de consejos», cuenta Bryant.

3. Vestimenta 

A pesar de que las normas en esta ocasión no son tan estrictas, sí que hay reglas con respecto a la vestimenta que no deberán saltarse. Los hombres tendrán que vestir chaqué negro o gris, pantalones grises o a rayas y un chaleco o un traje. Y las mujeres deberán lucir un «vestido de día» por la rodilla combinado con una chaqueta y sombrero, un elemento esencial, dice Bryant.

4. La novia

Meghan Markle también tiene normas que seguir. Al menos en la iglesia deberá llevar los hombros cubiertos. «No está escrito en ninguna parte, pero es tradición», dice la experta en la casa real Leontine von Schmettow. Y es aconsejable que elija a un diseñador británico para su vestido, ya que de otra forma muchos británicos no lo verían con buenos ojos. «Esto simboliza la pertenencia a un país que ahora también es el suyo», destaca. No obstante es posible que Meghan Markle se decante por un diseñador de su Estados Unidos natal.

Lo que sí es prácticamente seguro es que llevará una tiara, posiblemente con diamantes. Catalina lució en su boda una que le prestó la reina. Aunque aún no se sabe si Isabel II hará en esta ocasión lo mismo, parece muy probable. Algunos expertos sugieren que el ambiente en esta boda, comparada con la de Guillermo y Catalina, podría estar influenciado por los diferentes estilos de las dos parejas.

William Hanson, experto en etiqueta, se refiere a Guillermo y Catalina como «típicos británicos», mientras que Meghan y Harry son «más modernos» y cercanos y puede que menos contenidos en su comportamiento en público porque están más alejados del trono.

Hanson recuerda que Catalina es hija de «una familia británica muy tradicional», mientras que las experiencias de Meghan -crecer en Los Angeles, una ciudad multiracial, y trabajar como actriz en Canadá- la convierten en una persona «completamente diferente» y puede que más interesante.

5. Jerarquía

Grant Harrold, consultor y mayordomo que trabajó al servicio del príncipe Carlos, ha creado una lista de 10 consejos para las parejas para recrear su «propia boda real». La lista de invitados «puede hacer y romper amistades», mientras que los asientos deben organizarse según la jerarquía, «algo que de nuevo puede romper familias», según escribió en un post.

De acuerdo con la tradición, el padrino de Harry, Guillermo, debe ser el primero en dar un discurso y el último será el novio, Harry. Y ningún invitado a la boda real debe grabar los discursos, lo que refleja otra de las grandes diferencias con una boda normal: los selfies, las fotografías y los vídeos están prohibidos.

Incluso apartarse para responder una llamada de teléfono, o de la naturaleza, está por lo general mal visto. Los invitados deben mantenerse sentados a la mesa durante la comida, «o al menos hasta al final del plato principal y asegurarse de que no beben demasiado alcohol», avisa.