Un miembro de La Manada, cambiado de módulo en la cárcel por participar en una paliza a otro preso

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Los integrantes de la Manada, en una imagen de archivo. Ángel Boza es el segundo por la derecha, con la cara parcialmente tapada por uno de sus amigos y compañero en el chat, Jesús Escudero
Los integrantes de la Manada, en una imagen de archivo. Ángel Boza es el segundo por la derecha, con la cara parcialmente tapada por uno de sus amigos y compañero en el chat, Jesús Escudero Atlas

Varios internos, entre ellos Ángel Boza, agredieron presuntamente a un joven musulmán que acababa de ingresar en prisión condenado por abuso sexual

08 may 2018 . Actualizado a las 14:50 h.

Uno de los miembros de La Manada, Ángel Boza, de 26 años de edad, fue trasladado hace unos meses del módulo 3 al 4 de la cárcel de Pamplona, según informa El Mundo, por participar presuntamente en una paliza grupal a otro preso, un chico musulmán, que acababa de ingresar en prisión condenado por un abuso sexual a una joven en un bar. Los hechos ocurrieron el pasado mes de diciembre.

Ángel Boza, que es el miembro más joven de La Manada, ya tenía antes de entrar en prisión antecedentes por delitos de robo con fuerza y contra la seguridad vial.  Supuestamente participó en la agresión junto a otros cuatro reclusos, aunque él niega los hechos. Todos los implicados en la supuesta agresión fueron cambiados de módulo.

El abogado de Boza ha negado que estuviera implicado en la paliza. «Hubo un incidente en el que él no participó y se ha archivado toda actuación contra él», dice Agustín Martínez.  «Él no tenía nada que ver, pero estaba por allí y lo metieron dentro de la investigación», subraya el letrado. 

Tras este traslado Ángel Boza, que es conocido como el Aspirante porque aún tenía que pasar más pruebas para entrar en La Manada, ya no comparte módulo en la cárcel con Ángel Prenda y Jesús Escudero. Los otros dos miembros del grupo están encarcelados en Alcalá-Meco.

El día que se leyó la sentencia del juicio a La Manada, Ángel Boza pidió medidas de protección especiales, informa El Mundo. De esta forma pudo evitar salir al patio esa jornada y relacionarse con los otros reclusos. Solo en su celda escuchó la sentencia que lo condenó a nueve años de cárcel por abusos sexuales a una joven madrileña.