Victoria de Suecia, ¿entre las víctimas del escándalo de abusos sexuales que sacude la Academia del Nobel?

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Victoria de Suecia
Victoria de Suecia TOMS KALNINS / Efe

Medios suecos informan de que el dramaturgo Jean-Claude Arnault se habría sobrepasado con la princesa sueca durante un encuentro

29 abr 2018 . Actualizado a las 16:59 h.

Escándalos por filtración, corrupción y acoso sexual están diezmando de forma imparable el jurado de la Academia Sueca que concede el premio Nobel de Literatura, una sangría que continuó este fin de semana con una nueva renuncia, la de la periodista y escritora Sara Stridsbert, y con una nueva revelación periodística.

El escándalo estalló en noviembre, cuando el diario Dagens Nyheter publicó la denuncia anónima de 18 mujeres por abusos y vejaciones sexuales contra el dramaturgo Jean-Claude Arnault, muy vinculado a la academia a través de su club literario y esposo de una de sus miembros, Katarina Frostenson.

Nuevas informaciones publicadas este fin de semana en los medios suecos sitúan, incluso, a Claude Arnault en medio de un nuevo escándalo. Según señalan el diario Svenska Dagbladet y la emisora de radio SVT entre las víctimas de Arnault podría estar, incluso, la princesa Victoria de Suecia. El francés le habría tocado el trasero durante una recepción en la Villa de la Academia Sueca en Djurgården, en Estocolmo. La casa real sueca no se ha pronunciado hasta ahora y el marido de Frostenson ha negado las acusaciones.

Después de que estallara el escándalo, la Academia cortó la relación con Arnault y encargó una auditoría sobre sus relaciones con la institución. El informe descartó que Arnault influyera en decisiones sobre premios y ayudas, aunque el apoyo económico recibido incumple las reglas de imparcialidad al ser su esposa copropietaria de la sociedad que controla el club; y confirmó que la confidencialidad sobre el ganador del Nobel fue violada en varias ocasiones.

El descontento de la gestión del caso por parte de la Academia provocó la renuncia de cada vez más miembros. Los adions comenzaron por la propia Frostenson, que a pesar de su inicial negativa a marcharse, al final se vio obligada a abandonar el cargo. También lo dejó la secretaria permanente Sara Danius, la que fuera primera mujer al cargo de la institución, según su versión, por deseo de la Academia.

La última en abandonar -este mismo fin de semana- fue la periodista y escritora Sara Stridsberg, con la que ya son ocho los miembros ya inactivos del jurado.

La ola de renuncias podría suponer un gran problema para la Academia, pues sus estatutos centenarios solo permiten nombrar nuevos miembros tras la muerte de los actuales. Ello «pone seriamente en peligro la capacidad de la Academia de cumplir con su importante labor», señaló la casa eral sueca.

Entre otras cosas, ello impedía la reestructuración de la academia. Por eso el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, patrocinador del gremio, decidió reformar los estatutos.

Sin embargo, los cambios no han entrado aún en vigor y tampoco está claro hasta qué punto van a ayudar a la Academia ya que ahora se plantea otro problema: el nombramiento de nuevos miembros del prestigioso gremio exige que sea aprobado con 12 votos y ahora solo 10 miembros siguen activos.

La Academia espera que algunos de sus miembros inactivos vuelvan tras la renuncia de Frostenson y puedan votar.

Incluso aunque esto no ocurriera, no parece probable que esta crisis vaya a suponer el fin de esta tradicional institución cultural. Los estatutos actuales se podrían interpretar de otra forma, señalaron juristas a medios suecos. También el rey Carlos XVI Gustavo podría volver a intervenir y hacer uso de su poder para zanjar la crisis.

¿Se entregará el premio Nobel este año?

El pasado miércoles, el presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin, confirmó a la televisión pública SVT que la Academia Sueca, incluso, estudiaba la posibilidad de no conceder el Nobel de Literatura este año.

El trabajo de la selección previa de los candidatos al premio transcurre según lo previsto, destaca la Academia, pero al mismo tiempo se reconoce que la imagen del premio se ha visto dañada. Entre las opciones que se barajarían está la de no concederlo este año y entregar dos el próximo.