Seat cambia el bocadillo de mortadela por el de hummus y aguacate

EFE / La Voz

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La empresa defiende que los empleados contarán así con alimentos más saludables

20 abr 2018 . Actualizado a las 19:28 h.

El chorizo, salchichón o mortadela dejarán de formar parte de la dieta de los cerca de 1.000 trabajadores de la planta de Seat en la Zona Franca de Barcelona. La empresa ha decidido sustituir los clásicos bocadillos de embutidos a mitad de sus turnos por unos más saludables, de hummus, aguacate o queso fresco.

Es una de las medidas que ya ha empezado a implementar la firma en el marco de un estudio de investigación que llevará a cabo en los seis próximos meses, tras los resultados que un análisis histórico médico de 30.000 empleados de los veinte últimos años.

En rueda de prensa, la doctora Patrícia Such, responsable de Salud y Seguridad en el trabajo de Seat, ha explicado que el estudio concluye que «los trabajadores presentan mejores marcadores de salud ahora que hace 20 años», aunque, sin embargo, «son aún muy mejorables».

Este análisis histórico, que ha explorado, entre otros, el tabaquismo, el sobrepeso, el colesterol, la hipertensión tratada, el consumo de alcohol y la práctica de deporte de los trabajadores en 1998 y hoy, pone de relieve que en la actualidad casi todos los marcadores han mejorado, pero que aún hay datos de «advertencia»

En concreto, del total de la muestra en 1998, un 23 % era fumador frente al 28 % actualmente; un 31 % tenía colesterol alto, mientras que hoy sólo lo tiene el 20,3%; un 24,8 % consumía alcohol frente al 20 % ahora; y un 49 % tenía sobrepeso, frente al 41% en la actualidad.

«Tenemos mucho trabajo de prevención médica para mejorar estos indicadores», ha asegurado Such, que ha defendido la importancia de este análisis porque «es una muestra representativa de la sociedad y los resultados podrán extrapolarse a la población general».

Para ello, la doctora ha anunciado que la empresa puso en marcha a principios de año un estudio de intervención, donde quieren demostrar que «con la modificación de hábitos de vida, en concreto con una dieta mediterránea, deporte y atención a la salud mental, los marcadores de salud mejorarán en los trabajadores».

Aunque el estudio se aplicará a 600 voluntarios, las medidas también afectaran a los 2.000 trabajadores repartidos en las plantas de Barcelona y El Prat del Llobregat, ya que dos de ellas consisten en sustituir los productos de las máquinas expendedoras y los bocadillos que reciben los trabajadores.

Según Mercedes Sotos, doctora en nutrición de la Universidad de Harvard, que es quien ha diseñado los nuevos bocadillos, el objetivo era «cambiar la calidad: eran panes blancos y ahora serán de harinas integrales y sin procesados».