Elena Viturro: «El cáncer implica a todo el mundo»

r. domínguez A CORUÑA / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

La presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer en la provincia de A Coruña dice que la ayuda de «un pueblo generoso es la que sustenta los servicios de apoyo a pacientes y familiares

11 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un cuarto de siglo al frente de la Asociación Española Contra el Cáncer en la provincia de A Coruña, Elena Viturro de Oya (Londres, 1944) da el relevo. Se va siendo una de las directivas decanas de la entidad en España y después de formar parte durante doce años del consejo nacional. «Llegó el momento», dice quien se define como «una amateur» justo antes de apostillar que «encontré a una persona idónea para llevar adelante la asociación: Manuel Aguilar, más joven que yo, más preparado, que conoce el mundo de las oenegés y que estoy segura que lo va a hacer estupendamente», recalca.

-Presidenta durante 25 años, pero su colaboración con la asociación viene de más atrás.

-Sí, fue hace 29 años. Mi padre murió de un cáncer de pulmón y una amiga me animó a ir a la asociación. Allí me hablaron de un curso de acompañamiento de pacientes. Lo dio Camilo Veiras, el que fue director del Centro Oncológico. Una gran pérdida, era un gran médico y mejor persona. Estuve dos años visitando a los enfermos, y así empecé. Después me nombraron vicepresidenta y después... La verdad, nunca lo decidí yo, me lo daban hecho.

-Cuando llegó eran apenas 300 socios y hoy son más de 8.000 afiliados y 41 juntas locales.

-¡Y además de afiliados tenemos unos mil colaboradores que aportan mucho! He tenido muuuchos apoyos. He contado con el trabajo de tanta gente que dedica parte de su tiempo de forma totalmente desinteresada. Están los socios, los colaboradores, los trabajadores y, por favor, no podemos olvidarnos de los voluntarios, que hacen una labor impagable en los hospitales, en las casas... Llegas a cogerles mucho cariño, tienes la posibilidad de ayudar a personas y de conocer a tanta gente estupenda, muy diferente en edades, en ideas, pero todas con un denominador común: la solidaridad. Y después es que en A Coruña es muy fácil, es un pueblo muy generoso. En la cuestación, la gente se te acerca a dar, no tienes ni que pedirle. El cáncer implica a todo el mundo.

-¿Han cambiado mucho las cosas?

-Antes el cáncer era una sentencia de muerte. Hoy, con los avances médicos, hay muchas personas que lo superan y con una calidad de vida aceptable. Además, la gente hoy lo lleva con más naturalidad, antes se tapaba. Recuerdo ir al Oncológico y si veía a alguien conocido, casi mejor hacer como que no, y desde luego nunca preguntar a menos que se acercase. Ahora la gente va aceptando con más normalidad todo, la quimioterapia... y el cáncer es más una etapa mala de la vida que va a pasar. No cabe duda de que es un golpe muy duro. Además, impacta en el que lo sufre y en toda su familia. Por eso en la asociación ofrecemos apoyo psicológico.

-Conoce bien qué necesita el enfermo.

-Que lo escuchen. Las personas necesitan desahogarse, hay que dejarlos hablar cuando quieran hablar. Cada uno reacciona de distinta forma ante la enfermedad, pero hay que estar ahí, que no se sienta solo.

-¿Qué servicio de los que han impulsado le satisface más?

-Uno de los que más me gusta es el taller para pacientes operados de laringe. Es muy traumático. El enfermo entra en el hospital hablando y sale mudo. Lo empezamos con un voluntario afectado e hizo una labor fantástica: la gente veía que sí, que se podía llegar a recuperar el habla. Salen tan satisfechos que después muchos se hacen voluntarios. Tenemos también un taller para dejar de fumar, un servicio de asistencia social para tramitar ayudas para medicación, alimentación. Está también el departamento de prevención que se ocupa de todas las campañas, las conferencias..., un trabajo que, a la larga, sensibiliza y educa mucho a la gente, sobre todo en hábitos saludables y en algo muy importante: hay que ir al médico en cuanto notes algo, cualquier síntoma, que no es normal.

-¿Algo que le haya quedado pendiente?

-Somos autosuficientes, tanto apoyo de tanta gente nos da un soporte económico importantísimo. Pero lo que más me gustaría es tener más dinero para ayudar a más gente y dar más becas de investigación. El año pasado destinamos más de 175.000 euros. Cuando vas con la hucha la gente lo que te dice es ‘a ver si se descubre algo’. Hay proyectos que no salen adelante porque falta financiación, falta dinero. Y la curación del cáncer depende de la investigación.