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Los ataques de lobos a ganado crecen en Galicia un 62 % en solo tres años

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

GANADERÍA

FRANCISCO JAVIER LEMA

El incremento está suscitando preocupación por la amenaza que supone para el sector ganadero

28 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El número de ataques de lobos a ganado no ha dejado de crecer en Galicia en el último lustro. Es cierto que los datos conocidos en los últimos años probablemente no se ajustaban a la realidad, porque muchos ataques no eran denunciados por los ganaderos cuando ahora sí se hace con la mayoría. Pero el aumento de ataques no se explica solo por esa circunstancia. Además, los datos son elocuentes: en el 2014 las camadas de lobos censadas en Galicia mataron 1.466 cabezas de ganado, cifra que se incrementó hasta 2.379 en el 2017, según datos de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural. El incremento en tres años ha sido del 62 %.

En el 2017 los lobos mataron 1.288 ovejas, 242 cabras, 593 vacas y 256 caballos. Como consecuencia de estos ataques, los ganaderos gallegos cursaron 968 solicitudes de indemnizaciones, de las cuales la Xunta estimó 719, por una cuantía total de algo más de 330.000 euros. Lugo fue la provincia donde se registraron más ataques en Galicia, prácticamente la mitad, seguida de A Coruña, Ourense y Pontevedra.

A la vista de estos datos, Ovica, la Asociación de Criadores de Ovino e Caprino de Galicia, miembro de O-XAN (Grupo de Opinión a Xestión do Lobo en Galicia), expresó su «preocupación polo constante incremento de ataques producidos por fauna salvaxe (os lobos sobre a gandería e os xabarís sobre a agricultura) nos últimos anos sen que a dotación orzamentaria que está a destinar a Xunta de Galicia dende a Consellería de Medio Ambiente sexa suficiente para paliar todos os danos que están a sufrir os nosos gandeiros e os agricultores».

Datos «alarmantes»

Carlos Rodríguez, director técnico de Ovica y profesor de Economía Aplicada en la USC, considera que estas cifras son «verdadeiramente alarmantes». Y añade: «Dende que comecei a traballar na asociación de gandeiros fai cinco anos é a primeira vez que vin como catro ganderías de ovino e cabrún tiveron que pechar por continuos ataques recorrentes de mandadas de lobos en zonas tan diversas como Becerreá, Cotobade, Guitiriz, Muras, O Irixo e Vilasantar».

La ganadería extensiva en Galicia ha convivido tradicionalmente por años con el lobo, pero este incremento de ataques está suscitando preocupación por la amenaza que supone para un sector de elevado valor en el rural por contribuir al mantenimiento social y económico de zonas de pastos permanentes, arbustivos y de arbolado.

Carlos Rodríguez alerta: «Os ataques de lobo provocaron o peche dun 7 % do total de gandarías de ovino e cabrún existentes na asociación, e o atraso no pago das axudas paliativas polos ataques de lobo e a mala xestión administrativa na orde de axudas preventivas non está a evitar que esta situación se converta en crítica para o sector da gandería extensiva en Galicia».

Convivencia necesaria

Ovica considera que urge tomar medidas, entre ellas, actualizar los baremos de las indemnizaciones, agilizar el pago y colaborar con los ganaderos para que puedan ejecutar inversiones en medidas «que axuden a previr os ataques de lobo e mellorar a convivencia necesaria».

La eucaliptización y la desaparición de caballos salvajes, causas de esta tendencia

Carlos Rodríguez explica así algunas de las que son, a su juicio, las causa del incremento de los ataques de lobos al ganado domesticado: «En zonas de montaña, historicamente con grandes masas de cabalos salvaxes de monte, que sempre constituíu a base da alimentación do lobo en Galicia, practicamente son testemuñais os poucos exemplares que perduran, o que, unido a unha eucaliptización das terras que antes tiñan un uso e potencial agrario, está a provocar o desprazamento das manadas de lobos cara a zonas onde poidan dispoñer de gando domesticado, e por iso os ataques a gando ovino, cabrún e vacún ascenderon tanto nestes últimos anos».

Desde la Consellería de Medio Ambiente apuntan que el mayor número de ataques contabilizados se podría deber a la mayor concienciación de los ganaderos a la hora de efectuar las denuncias por los daños que produce el lobo y, también, a la simplificación en los trámites burocráticos.

Medio Ambiente coincide con Ovica en que otra posible causa podría ser la disminución de la población de especies de fauna silvestre que eran el principal sustento alimenticio de los lobos. Un descenso que la Xunta atribuye a la sequía de los últimos inviernos.

 Los mastines, prevención eficaz

Para prevenir los ataques de los lobos nada mejor que camadas de mastines. Pero esta evidencia, sostiene Ovica, choca con las trabas de la Lei de Protección e Benestar dos Animais de Compañía en Galicia, «feita e pensada desde o ámbito urbano e que exclúe ou non recoñece a singularidade do noso rural». La ley -dice Ovica- obliga a los ganaderos a darse de alta como criadores profesionales y a disponer de unas instalaciones (criaderos), donde los cachorros de mastines deben estar cerrados durante la primera fase de crecimiento, «o cal é incomprensible, xa que na maior parte das ganderías introdúcese paulatinamente co rabaño en compañía dos seus pais, para que vaia adquirindo o seu labor de garda e protector do rabaño».

Desde la Consellería de Medio Ambiente no comparten este parecer. La Xunta explica que la obligación de darse de alta como criadores solo rige para el caso de la cría con fines comerciales, que solo puede efectuarse en establecimientos debidamente autorizados, para garantizar así la protección de estos animales.