¿Dónde y cuándo caerá?
En la imagen anterior, se delimita el área terrestre donde caerá Tiangong-1. Será entre los 42,8 grados de latitud norte y los 42,8 grados de latitud sur. En todo caso, lo que para los gallegos (y neoyorquinos, por ejemplo, que habitan la misma latitud norte) es relevante es que la franja terrestre en la que se desplomará es bastante posible que sea la nuestra (que también es la suya, insisto con nuestros vecinos de Manhattan). El porqué la caída es más probable en los extremos (podría ocurrir en el sur) se debe a la geometría de la órbita circular de la nave. Es decir, dado que la órbita de la estación alrededor de la Tierra es circular y en ángulo respecto del ecuador, pasa más tiempo cerca de los bordes de la banda de lo que lo hace cruzando el ecuador. Por eso hay mayor probabilidad en esos límites de la banda de latitud.
Claro que determinar el punto exacto dentro de ese rango (una vuelta a la tierra son 40.066 kilómetros) es extremadamente difícil. «Siete horas antes la incertidumbre del lugar de la desintegración es una revolución orbital completa», añade Bastida. Solo observando el objeto caer directamente sería posible alcanzar un mayor nivel de exactitud, algo en lo que ya trabajan los sensores de los que disponen la ESA y el resto de agencias espaciales. Eso sí, hay que ser rápidos. Los fragmentos que sobrevivan y alcancen los últimos 30 kilómetros lo harán en caída libre a una velocidad de 300 km/h.