No era un alienígena, era un bebé

LA VOZ / AGENCIAS

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HO / AFP

El famoso y enigmático «esqueleto de Atacama» ha dejado de ser enigmático aunque sigue siendo famoso: la Universidad de Standford ha descubierto que los restos pertenecen a una niña nacida con raras mutaciones genéticas

23 mar 2018 . Actualizado a las 17:24 h.

«Ata» (así se conoce al esqueleto) tiene padre español ya que después de ser descubierta en una bolsa de piel abandonada en el chileno desierto de Atacama llegó al mercado negro para acabar en manos de un coleccionista en España. Ese empresario, Ramón Navia-Osorio, pensó que se podía tratar de un extraterrestre algo que ahora se ha descartado.

Expertos de la Universidad de Stanford y de San Francisco analizaron el ADN del esqueleto que prueba que es humano, como acaban de publicar en Genome Research.

Ata tiene apenas 15 centímetros de largo, con la cabeza en forma de cono, 10 pares de costillas y huesos que se asemejan a los de un niño de ocho años. Según consideran los científicos, debió de haber nacido muerta o fallecer poco después del nacimiento, probablemente, no hace más de 40 años.

El análisis del esqueleto revela un puñado de raras mutaciones genéticas, algunas ya conocidas y otras recién descubiertas, que están vinculadas con el enanismo y otros trastornos del crecimiento y de los huesos.

Los expertos creen que una investigación más profunda sobre el envejecimiento óseo precoz de Ata podría beneficiar un día a los pacientes.