Un estudio de Greenpeace prueba que es viable cerrar en el 2025 las centrales nucleares y de carbón

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Miguel Toña | EFE

La asociación ecologista asegura que se trata de una decisión política, no técnica

14 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No solo es deseable, sino que también es posible. Sustituir la potencia nuclear y de carbón en el 2025 es viable técnicamente, tanto desde el punto de vista de cobertura de demanda, como del de la estabilidad de frecuencia. Al menos así lo recoge un estudio realizado para Greenpeace por el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Comillas de Madrid. «El trabajo demuestra que el cierre simultáneo del carbón y las nucleares no es un problema técnico, ni tampoco económico, es solo una decisión política. En las peores condiciones posibles la seguridad de suministro está garantizada, y en todos los casos la alta penetración de renovables y el ahorro energético disminuyen los costes», destacó ayer Raquel Montón, responsable de la campaña de Energía de la organización ecologista.

El análisis, titulado Único sentido: 2025 sin carbón ni energía nuclear, contempla diferentes escenarios futuros en función del crecimiento de la demanda de energías, la aportación de la nuclear y el carbón al mix energético y la variación del porcentaje de generación renovable, incluso en situaciones de estrés hídrico y eólico. El sobrecoste que supondría pasar de un escenario continuista a otro sin carbón ni nuclear, con un mínimo crecimiento de la demanda eléctrica y con un nivel alto de renovables -en torno al 65 % de del conjunto total-, sería de 186 millones de euros, una cifra «muy pequeña cuando estamos hablando de cambiar el sistema eléctrico», según Montón.

Falta voluntad política

Como referencia, dijo que «solo la mala gestión del fallido almacén de gas Castor ha costado a los usuarios 1.755 millones, sin contar los intereses», por lo que «con el gasto de Castor podríamos haber cambiado nuestro sistema eléctrico diez veces». El documento evidencia que «cuando hay voluntad política» se incluyen cantidades similares en los presupuestos «sin muchos problemas» y cita, por ejemplo, que el Ministerio de Defensa contemple la posibilidad de duplicar su presupuesto anual hasta los 18.000 millones de euros en el 2024.

Greenpeace pide a los partidos políticos que «se establezca el 2025 como fecha límite para el cierre del carbón y no se concedan nuevas licencias de explotación nuclear. También reivindica que España cumpla con los compromisos del Acuerdo de París.