La prensa británica apunta a que es posible que no sea su padre
13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Meghan Markle asistió ayer a su primer acto oficial con Isabel II, la celebración del Día de la Commonwealth en la abadía de Westminster. No decepcionó. Fue divina. Abrigo blanco de Amanda Wakeley y boina a juego de Stephen Jones. Los tabloides dicen que el día de su boda es posible que luzca un vestido de Ralph & Russo. Pero todavía no es oficial. Tampoco está claro quién llevará a la novia hasta el altar. Porque la prensa británica apunta que es posible que no sea su padre, divorciado de su madre desde que Meghan tenía seis años, y que no se descarta que la actriz opte por el príncipe Guillermo o, lo que viene siendo lo mismo, su cuñado.
Déjenme que me ponga equidistante, palabra hoy tan denostada, porque hay más tela que cortar en el acto de la Commonwealth. No encajaban en el cuadro ni el sombrero de Theresa May ni la corbata y los zapatos de Jeremy Corbyn. Una por exceso y el otro por defecto. Por el look de ambos, parece que la tendencia en la política británica es el rojo. Ironías de la moda.
Alberto de Mónaco: «En mi cabeza tengo entre 15 y 45 años»
A primera vista, Alberto de Mónaco es el menos afortunado de los hermanos Grimaldi. Algo así como el Kiko Rivera monegasco. Eclipsado por la belleza y los amores de Carolina y Estefanía. Pero el hombre está a los mandos y mañana cumplirá sesenta años. Que nadie se agobie. Lo lleva bien. No comparte inquietudes con los prepensionistas españoles. En una entrevista concedida a Le Figaro explica: «En mi cabeza tengo entre 15 y 45 años». Sucede lo mismo que con ciertas encuestas políticas, la horquilla es tan amplia que uno no sabe a qué atenerse.
La puñalada estilística de Bustamante
David Bustamante le ha lanzado un dardo a su ex, Paula Echevarría, que iría directa al corazón de cualquier bloguera. «Yo no me maquillo ni me peino para ofrecer una foto cada día». Eso soltó en su concierto de Castellón de la Plana. Ay. Él, que antes retrataba personalmente a la it girl en el jardín de su casa. El amor en tiempos de Instagram.