La primera gaiteira iraní elige Ourense para formarse y crear una escuela en su país

Cándida Andaluz Corujo
Cándida Andaluz OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

MIGUEL VILLAR

Liana Sharifian es hija de un importante músico de su país y recibe clases de Xosé Lois Foxo

08 mar 2018 . Actualizado a las 09:46 h.

Mohsen Sharifian es uno de los más importantes intérpretes de música tradicional de Irán y un virtuoso de la Ney-anban, la gaita de su país e instrumento nacional. En un viaje que hizo el año pasado a Ourense, de la mano de la escuela de gaitas de la Diputación, tuvo la oportunidad de conocer el trabajo de su director Xosé Lois Foxo y dejó como legado una Ney-anban con más de 2.600 años de historia. Meses más tarde llegó a Ourense Liana Sharifian, su hija de 19 años, con el propósito de aprender lo máximo posible del trabajo que se hace en Ourense para poder exportarlo a su país y enseñar a otras jóvenes.

Liana es la primera mujer gaiteira de Irán, gracias a su tesón y también al de su padre, por permitirle tocar sobre un escenario en un país en el que la mujer y la cultura no están ligados. «Estoy aquí porque quiero aprender a tocar la gaita de Galicia. Y elegí este lugar porque a mi padre le gustó mucho cómo lo hacían» explica. Aunque estudia matemáticas en una universidad iraní, Liana ha crecido rodeada de música y de tradición. No en vano, la documentación más antigua que se conserva sobre la gaita es de Persia. El fol es la única similitud que tiene con el instrumento gallego, siendo completamente diferente el tubo melódico y, por lo tanto, el sonido.

Liana permanecerá todavía varios meses en la capital ourensana para conseguir el diploma de la escuela. Está aprendiendo a leer el pentagrama -la transmisión del conocimiento de la gaita en Irán es de oído- y estudia todos los instrumentos de la escuela, desde la percusión a la pandereta y el canto. Incluso ha participado en actuaciones junto a músicos de la Real Banda. Actualmente, afirma, poco más de trescientas personas estudian este instrumento en Irán, mientras que en Galicia la cifra puede estar cerca de los 20.000.

Mohsen ha querido que Liana conozca la forma de funcionamiento de la escuela ourensana para trasladarla a su país. Además, está traduciendo al persa el libro de Foxo Os segredos da gaita, para que sirva de referencia.

«Aprenderé mucho estos meses, pero no será suficiente. Tendré que venir más veces»

Aunque ha comenzado a estudiar matemáticas, una materia que le apasiona, Liana ya piensa en centrar su vida profesional en la música, siguiendo los pasos de su padre. Actualmente vive en una residencia universitaria y acude todos los días a la escuela de gaitas. Y en este tiempo, asegura que «la vida aquí es muy diferente». Todavía no se ha ido, pero está convencida de que volverá: «Aprenderé mucho estos meses pero no será suficiente, tendré que venir más veces».

Ha sido la primera de otras mujeres, todavía pocas, que se han interesado por la música tradicional, aunque en su país no esté bien visto, por ejemplo, que ellas canten en público. Y cuando se le dice que mañana [por hoy] se celebra el día de la mujer, comenta que allí la conmemoración coincide con el de la madre, los dos a la vez.

No ha sido fácil que Liana esté en Ourense, a pesar de que ha ayudado que sea la hija de una persona reconocida en su país. El papeleo y el visado han llevado mucho tiempo, por lo que asegura que es una oportunidad única que está aprovechando al máximo. Por su parte, también Xosé Lois Foxo ha podido entender, comprender y aprender de una cultura muy lejana pero con muchas similitudes con la gallega. Y con la gaita.