Cuando descubres que es tu hija quien hace «bullying»

M. Queijo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El hilo de Twitter de una madre que te hará reflexionar sobre el acoso escolar y lo difícil que es detectarlo

16 feb 2018 . Actualizado a las 20:24 h.

«Mirad cómo es el bullying de discreto, pillo, cabronazo y difícil de detectar: Dos amigas de toda la vida llegan a 6º de primaria. Ahí empiezan a tener algún roce, nada importante. Cosas de crías». Así comienza el hilo en Twitter de la usuaria @2Cronopia, que explica cómo se produce, paso a paso y con nombres ficticios, una situación de acoso escolar.  

«Un día, una de ellas -llamémosle Tiburcia- llega a casa diciendo que ya nunca más quiere ser amiga de la otra -llamémosle Erífila-. A que os molan mis nombres. Bien. Tiburcia dice que ya no quiere ser más amiga de Erífila y en su casa le dicen que ningún problema, que ella es muy libre de tener las amistades que quiera», continúa @2Cronopia el relato.  «Un par de días más tarde, Tiburcia explica en casa que, sin saber por qué, hay más niñas/os que ya no quieren jugar más con Erífila. La madre de Tiburcia le advierte: 'nada de dejar a nadie de lado, eh. Una cosa es no ser amigas, y otra muy distinta hacerle el vacío a alguien', porque en casa de Tiburcia están muy concienciados con el tema del bullying. Tiburcia explica que no hay problema, que Erífila tiene más amigas y que no está sola. De vez en cuando explica 'hoy a Erífila le han dicho tal cosa', pero nunca es un insulto, siempre son pequeñas frases un pelín desagradables pero aparentemente sin importancia». 

«Hasta que un día Tiburcia llega a casa explicando que la directora la ha llamado al despacho para saber qué leches está pasando con Erífila. La madre de Tiburcia nota que hay algo que se le escapa, porque la directora no te llama al despacho sólo porque hayas perdido una amistad, así que decide llamar a la madre de Erífila. Y la madre de Erífila le explica lo siguiente: Que llevan semanas sin dirgirse a su hija más que para hacerle comentarios despectivos. Que le sacan CADA DÍA el anorak del perchero y se lo tiran al suelo. Que en el comedor le han dicho CADA DÍA que se cambie de mesa. La madre de Tiburcia pregunta si su pequeña Tiburcita ha tenido algo que ver con toda esta basura y la respuesta es afirmativa. La buena mujer intenta no montar en cólera pero TIBURCIA VEN AQUÍ AHORA MISMOOOOOOOO QUE TENEMOS QUE HABLAR.».

«Y entonces interroga a la pequeña Tiburcia: 'Tú le has descolgado alguna vez el anorak de Erífila para tirárselo al suelo?'. 'Hmmmm...no...yo no. Pero he visto quién lo hacía'. 'Y cuando has visto que le tiraban el anorak al suelo ¿no has hecho nada para impedirlo?'. 'No...'. '¿Tú alguna vez le has dicho a Erífila que se cambie de mesa en el comedor?'. '...Una vez solo, mami. Pero le dije que si quería, que si no quería, no. Los que le dicen que se cambie cada día son los otros'. '¿Y tú que haces cuando a la que ha sido tantos años tu mejor amiga le dicen que se cambie de mesa?'. '[...]'. Y así es todo: nadie ha hecho nada en concreto». Así refleja esta tuitera cómo aparentemente no se ha producido ninguna situación extrema «nadie ha hecho nada 'muy gordo'», pero que una niña que era feliz, tenía amigos y le gustaba ir al colegio ha pasado a ser una niña que llora todas las tardes y está sola.  

Lo más llamativo del hilo, y lo más aplaudido también por el resto de usuarios de Twitter y que ha hecho que la historia se haga viral, es que la propia @2Cronopia reconoce casi al final que su hija era una de las protagonista del relato: no la víctima, sino una de las acosadoras. «Lo peor de todo esto es que en casa de Tiburcia se ha hablado una y mil veces de qué es el bullying, cómo se origina y qué NO se debe hacer para convertirse en una acosadora. Y lo otro peor es que "Tiburcia" no es Tiburcia: es mi hija mayor. Le he preguntado cómo ha podido hacer algo así y, después de pensar unos segundos, ha dicho: 'pasa sin que te des cuenta'».

Intimidación, chantaje, abuso. Humillaciones, insultos, amenazas. No se trata de un insulto esporádico, una broma puntual o una pelea en el patio. Tampoco es un enfado entre amigos. En situaciones de acoso escolar de lo que se habla en realidad es de maltrato entre iguales, de situaciones que pueden suponer violencia física directa (golpes, agresiones, empujones..) o indirecta (esconder o romper objetos, por ejemplo), aunque las agresiones más frecuentes son las verbales. También se produce un tercer tipo de maltrato, el social, que consiste en organizar actividades y juegos sin contar de manera deliberada y con intención de hacer daño con esa persona. 

El servicio de atención telefónica contra el acoso y los malos tratos en el ámbito escolar impulsado por el Ministerio de Educación entró en funcionamiento en el 2016. A este número 900 018 018 los niños pueden llamar y denunciar a sus agresores, siendo la llamada completamente anónima y gratuita. El servicio está activo las 24 horas del día los siete días de la semana y es atendido por profesionales como psicólogos y trabajadores sociales.