El Sergas actualizará sus tarifas sanitarias tras cuatro años congeladas

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Son los importes cobrados a mutuas, seguros, o a cualquier tercero obligado al pago

01 feb 2018 . Actualizado a las 08:30 h.

Desde el año 2014 el Sergas mantiene congeladas sus tarifas sanitarias. Se trata de los importes por aquellos procedimientos, ingresos, hospitalizaciones y atenciones en donde existe una entidad o particular obligado al pago, es decir, que debe abonar la prestación. Después de cuatro años, el Servizo Galego de Saúde ha decidido actualizarlas y publicará un nuevo decreto de precios.

De momento siguen vigentes las del 2014, que recogen el coste de todos y cada uno de los procesos que puede realizar el sistema público de salud, desde una sencilla consulta con el médico de atención primaria (la primera 69,24 euros); una cita de enfermería (14,52); o bien la estancia por día en un hospital (528,95); o en una unidad de cuidados intensivos (1.142,47 euros).

Esto en cuanto a lo que se refiere a estancias y consultas, pero los costes se multiplican cuando se trata de intervenciones quirúrgicas. La cirugía mayor ambulatoria, en la que no es necesaria el ingreso del paciente, oscila entre los 744 euros y los más de cuatro mil. Los 744 se corresponden con un procedimiento para tratar una quemadura superficial, mientras que la más costosa dentro de la cirugía sin ingreso es la nucleotomía percutánea -para eliminar las hernias-, que supera los 4.200 euros. En estos casos no solo se incluye la intervención en sí, sino también tres consultas y las pruebas diagnósticas necesarias.

Más caras son otras cirugías como la implantación de un marcapasos (1.463 euros si es epicárdico); un implante coclear (31.000 euros); o una embolización intracraneal (casi seis mil). El decreto de precios regula incluso las pruebas más sencillas como la analítica completa (180 euros), o la citología (155,12). Pero los precios más elevados son los de los trasplantes, que en Galicia oscilan -antes de la actualización de tarifas- entre los 34.030 euros del de riñón, el más económico, y los más de 117.000 del pulmonar.

Desde el Sergas aclaran que estas tarifas que se publican periódicamente son las que se facturan a particulares y entidades, no el coste de atención a un paciente del sistema público. Normalmente los pagadores son las mutuas que dan cobertura a los funcionarios o a los militares; los seguros que cubren tráficos, enfermedades laborales o eventos escolares; o los ciudadanos extranjeros. De ahí que estos precios no coincidan con la factura en la sombra que durante algunos años el Sergas, y varias comunidades autónomas, enviaban a los enfermos de la sanidad pública después de haber sufrido un proceso en los hospitales públicos, para informarles de cuánto había supuesto para el sistema su atención hospitalaria.

¿Una fiebre de origen desconocido? 3.000 euros

El decreto de tarifas del Sergas se corresponde con el coste que deben abonar aquellas entidades o particulares que no tienen derecho a la asistencia en el sistema público, pero no se corresponde con el coste de la prestación a un paciente del SNS. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad sí publica este importe, con los datos recopilados por la Red Española de Costes Hospitalarios.

Y en este caso los precios están calculados al detalle, con una media de aquellos pacientes que pueden formar parte del mismo conjunto. Además, cada uno de los procesos va acompañado de un indicador, que puede ser inferior o superior a uno, en función de si el coste es más elevado que el del enfermo promedio.

El tiempo, técnicas y personal empleado en tratar una fiebre de origen desconocido en mayores de 17 años, y que no presente complicaciones, es de 3.050 euros, en este caso inferior a la media. Un parto vaginal sin complicaciones cuesta 2.046 euros. Si presenta complejidad sube a 2.277. Una cesárea en la que no surge ningún problema supone 3.739 euros, y si aparecen complicaciones 4.100. Para una mastectomía total se marca un mínimo de 4.387. Abordar una diabetes en un menor de 36 años tiene un coste de 3.184 euros; mientras que una fractura, esguince o luxación del brazo o el pie en un mayor de 17 años y sin que haya dificultades a mayores ronda los 1.782. Al igual que ocurre con las tarifas del Sergas, los trasplantes son uno de los procedimientos mas costosos para los sistemas públicos. Uno de páncreas se acerca a los 60.000. Los datos, con los costes hospitalarios el año 2014, recogen también cuánto cuesta la atención neonatal. En este caso hay una variabilidad enorme en función del peso del bebé, los procesos a los que tenga que ser sometido y las complicaciones. Un recién nacido entre 1,5 y 2 kilos, a quien hay que realizar un proceso quirúrgico significativo y con problemas mayores, cuesta más de 51.000 euros. Si pesa entre 2 y 2,5 kilos, no requiere esas intervenciones y sus problemas son menores, baja a 6.271.

La factura de los procesos médicos según el Ministerio de Sanidad

Fiebre: 3.050 euros. De origen desconocido. En pacientes mayores de 17 años. Se eleva a 3.347 euros de media si hay complicaciones.

Parto: 2.046. Sin complicaciones. El coste de un parto vaginal en el sistema público, si no surgen problemas, ronda los 2.046 euros.

Un stent: 5.309. Puede alcanzar los 6.742. Es la cifra para la colocación de un stent, un dispositivo para que no se obstruyan las arterias.

Trasplante renal: 22.368. El menos caro. El de pulmón se acerca a los 69.000 y el de riñón y páncreas 61.000. El hepático e intestinal se sitúa en los 60.800.

La factura en la sombra, un sistema desaparecido por su poco «feedback»

Más de un gallego se llevó un buen susto cuando en su buzón apareció una factura de miles de euros -incluso al principio en pesetas- por haberse operado en el hospital. Era la llamada factura en la sombra, una medida que ha desaparecido ya en algunas comunidades autónomas, y que pretendía concienciar a los usuarios del coste de la sanidad y, de paso, evitar un mal uso de la misma. Galicia fue pionera en el año 1998 al poner en marcha un sistema al que se fueron sumando otros sistemas de salud años más tarde. Finalmente el Sergas eliminó esta factura en la sombra. El feedback pretendido no era el esperado, aunque los expertos aseguran que en su momento fue una medida eficiente para disuadir del uso de las urgencias, por ejemplo, pero no en cirugías o atención al enfermo crónico, porque ahí es el médico quien regula la demanda. Y mientras algunas autonomías eliminaron esta factura, precisamente Asturias estudia actualmente implantarla, para que los ciudadanos sepan el coste de los procesos.