La fascinación por las esquelas del tuitero gallego que nunca querrás que te mencione

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez REDACCIÓN

SOCIEDAD

La cuenta «A ver quen morreu» informa diariamente de los principales decesos. Su autor lo tiene claro: «As necrolóxicas diferentes, que representan realmente ao falecido, van a ir a máis»

16 feb 2018 . Actualizado a las 10:39 h.

Es una de las preguntas que muchos lectores habituales de esquelas se plantean cuando empiezan a leer el periódico: ¿quién murió hoy? Una frase que inspiró a un gallego -que prefiere guardar el anonimato- a poner en marcha hace ya casi cinco años una cuenta de Twitter (@Quenmorreu) que poco a poco se asienta como una lectura diaria para aquellos usuarios que quieren estar al tanto de los últimos decesos, una información que, a pesar de lo que se pueda pensar, interesa mucho en esta era digital. También, entre los jóvenes.

Un ejemplo de ello está en el creador de la cuenta, cuya carrera profesional reconoce que no tiene nada que ver con este ámbito. «É simplemente unha afición», concreta. 

«Hai anos falamos entre os amigos da necesidade de que alguen no Twitter recollese toda esta información, sen a barreira da localización», añade. «O mundo moderno rompeu a forma antiga de despedirse pero os cidadáns necesitan decir adeus», insiste el joven tuitero.

Tuit sobre una de las esquelas publicadas en La Voz con motivo de la muerte del primer alcalde coruñés de la democracia, Domingos Merino
Tuit sobre una de las esquelas publicadas en La Voz con motivo de la muerte del primer alcalde coruñés de la democracia, Domingos Merino

La cuenta, que suma seguidores de forma progresiva, tanto se centra (sobre todo) en las muertes gallegas, como le da un enfoque galaico a otros decesos (informa de que murió el hombre más viejo del mundo y explica cuál es el gallego más longevo). También recoge los principales óbitos ocurridos en otros países e, incluso, aunque ya de forma más minoritaria, se hace eco del adiós de locales o revistas emblemáticas, como la recién clausurada Interviú. Su impulsor explica, además, que entre sus menciones no solo hay muertes conocidas. «É necesario romper a fractura entre os mortos famosos e os que non o son», insiste. También aclara que con sus comentarios intenta facilitar que los usuarios entiendan mejor quién era el fallecido.

Un intento por tratar de identificar al máximo a los muertos -reivindica el trabajo que se hace al respecto en los medios anglosajones- que en alguna ocasión, sobre todo en el caso de jóvenes, le supuso algún reproche. «Se non atopo información, trato de enlazar coas redes sociais do falecido para que os lectores poidan saber quen é», especifica el tuitero que entiende, eso sí, las críticas al tratarse de un momento marcado por el dolor y la pérdida. Aún así, sostiene que los agradecimientos al perfil son mayoritarios: «Hai usuarios que me din que se enteran de mortos que lle importan grazas a min e iso me anima a seguir adiante, a seguir perdendo o tempo».

La cuenta bebe de toda la prensa nacional e internacional para incorporar las muertes que trasladan a sus seguidores. En ocasiones, también añade más información: «Ao principio facía listas de Spotify coas cancións dos músicos que morreran ese mes pero agora xa teño menos tempo».

Esquelas diferentes y originales

Unos enfoques más pormenorizados y distintos que coinciden con la tendencia cada vez mayor de publicar esquelas diferentes, con despedidas originales, una corriente de la que ha sido testigo La Voz. En el 2017 tanto se publicaba en A Coruña una necrológica con mucha retranca («Marcho que teño que marchar») como en Redondela otra que apostaba por la emotividad y que, incluso, llegaba a conmover a los vecinos («Xa nos veremos, pero non teñades présa, eu xa estou con Mari»). También fue durante los últimos meses cuando familiares y amigos de un pescador de Mera acudieron en masa a una quedada póstuma organizada a través de su esquela.

«As necrolóxicas diferentes, sentidas ou cariñosas que representan realmente á persoa que acaba de morrer ou as esquelas cun sentimento especial da despedida, creo que van a ir a máis», defiende el creador de @Quenmorreu. El joven tuitero recuerda en este punto el caso del viudo que escribe cartas anuales a su mujer, a su «Elenita», fallecida hace casi 24 años a través de esquelas. «Cada vez máis xente reclama solucións diferentes, individuais, non as necrolóxicas de toda a vida», insiste. 

El tuitero también apuesta por «informar dos falecementos sen eufemismos, sen agochar datos». «É necesario volver a naturalizar a morte, facer unha aprendizaxe dela», reitera.

La cuenta de Twitter se enfrenta, eso sí, al hándicap de que pocos usuarios querrán que los mencione, algo que su impulsor se toma con humor. «Houbo un tempo en que cando alguen me seguía lle mandaba unha mensaxe personalizada -'espero que nunca teña que falar de ti'- pero agora xa non o fago», concluye.