Habrá una superluna azul, pero en Galicia no será de sangre

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

OSCAR CELA

El eclipse, que confiere un tono rojizo al satélite, solo podrá observarse en Asia y América del Norte

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Será un tres en uno. Un triple acontecimiento astronómico que mañana coincidirá en el tiempo, algo realmente insólito que no sucede desde hace 150 años. Será una superluna azul de sangre, un nombre con gancho que resume los tres sucesos cósmicos: superluna porque coincide con el satélite en su momento de máxima aproximación con respecto a la órbita terrestre, su perigeo; azul, nombre que se da cuando se producen dos lunas llenas en el mismo mes, aunque el color sea lo de menos, y de sangre, por el tono rojizo que adquiere el astro cuando se produce un eclipse, como es el caso.

Pero el mismo fenómeno no coincide por igual en todo el planeta. En Galicia, al igual que en España y el resto de Europa y África, se quedará en una superluna azul a secas, ya que el satélite no se podrá ver oscurecido por la presencia de la Tierra tapando la luz solar.

Una buena cita, en cualquier caso, para los aficionados a la astronomía. Pero, realmente, ¿qué se podrá ver?, ¿qué convertirá a este acontecimiento en algo especial? En teoría, la Luna será un 10 % más grande y un poco más brillante, pero en la práctica, para el ojo humano, no existirá ninguna diferencia con respecto a la de cualquier otra luna llena del año. «A efectos prácticos, non será nada especial. Quen mire para o ceo non vai distinguir nada singular», explica Marcos Pérez, director del Planetario de A Coruña. «É -añade- como notar a diferenza entre un lapis que mida dez centímetros doutro que mida doce, apenas se pode distinguir a simple vista».

Pero puede ocurrir que si alguien observa el satélite entre hoy y mañana nada más ponerse el Sol le parezca más grande de lo normal. Pero en realidad estará como siempre, como en cualquier otra ocasión en que se observe justo después del ocaso. Es el efecto óptico de la Luna, una ilusión visual. «Mucha gente cree que la va a ver más grande, pero es lo que ocurre en cualquier momento de luna llena cuando sale del horizonte. Luego, cuando va subiendo, ya va se va apreciando su tamaño habitual», constata José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller, de la Universidade de Santiago (USC).

El espectáculo, en cualquier caso, valdrá la pena. Y más si se tiene en cuenta de que el cielo estará despejado, algo poco habitual en estas fechas en Galicia.

Las superlunas no es un fenómeno habitual, pero tampoco raro. En torno a cada dos años y media suele haber una, aunque no ocurren con un mismo intervalo de tiempo. De hecho, el pasado 3 de diciembre hubo una y el 2 de enero otra. En la última, la distancia del satélite con respecto a la Tierra fue de 359.000 kilómetros y hoy, a las 10,55 horas, en su momento máximo de perigeo, estará 2.500 kilómetros más lejos. Habrá, por tanto, una distancia de casi un día con respecto a la luna llena, que será mañana a las 14,30 horas. Será la segunda del mismo mes, aunque este efecto tendrá una contrapartida: en febrero no habrá ningún plenilunio.