Galicia participará en el diseño del futuro avión supersónico europeo

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

DZYNE Technologies: BWB Small Airliner. El fabricante estadounidense prepara el diseño de una aeronave de menores dimensiones que otras. Sería un jet para vuelos regionales
DZYNE Technologies: BWB Small Airliner. El fabricante estadounidense prepara el diseño de una aeronave de menores dimensiones que otras. Sería un jet para vuelos regionales DZYNE

La aeronave permitirá realizar un vuelo de Madrid a Australia en tres horas

28 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los aviones supersónicos volverán a surcar los cielos a partir de la próxima década. Si el mítico Concorde plegó sus alas hace catorce años, otros fabricantes se están preparando ahora para tomar su relevo y poder responder a los nuevos desafíos que plantea la aviación comercial: el número de pasajeros, que en la actualidad supone una cifra récord de 3.600 millones anuales, aumenta de forma constante y cada vez realizan más vuelos intercontinentales, en buena parte motivados por el proceso de diversificación de los centros económicos y financieros a lo largo del planeta.

La NASA y Boeing. El prototipo, en fase de investigación se plantea reducir 71 decibelios de ruido causado por un bum sónico y una disminución del 70 % en el consumo de combustible
La NASA y Boeing. El prototipo, en fase de investigación se plantea reducir 71 decibelios de ruido causado por un bum sónico y una disminución del 70 % en el consumo de combustible NASA

Pero la futura aviación supersónica ya no será igual que la pasada. Deberá superar los retos que no pudo soslayar el Concorde y entre los que se encuentran la razón de su declive: el bum sónico producido por las aeronaves, que solo podían aterrizar en un número limitado de aeropuertos, un consumo exagerado de combustible y una gran emisión de gases de efecto invernadero. Varias compañías estadounidenses, algunas con la ayuda de la NASA, están planteando ya prototipos que pueden responder a las nuevas exigencias, una carrera a la que ahora también se sumará Europa. Y lo hará mediante el proyecto de investigación Stratofly, financiado por el programa de la UE Horizonte 2020. ¿El objetivo? Indagar en el diseño conceptual y en las características fundamentales que deberá reunir una aeronave de aviación comercial capaz de transportar del orden de 100 pasajeros a una velocidad de crucero en la estratosfera -a una altura de entre 30 y 40 kilómetros- de hasta ocho veces la velocidad del sonido, mucho mayor que la prevista en cualquiera de los proyectos norteamericanos. O, lo que es lo mismo, casi diez mil kilómetros por hora, por lo que será posible viajar en tres horas desde cualquier capital europea, Madrid o Barcelona, por ejemplo, a Australia.

Lockheed Martin. Hybrid Wing Body (HWB). El prototipo presenta un concepto de cuerpo híbrido del ala con el fin de gastar un 70 % menos de combustible que un Boeing C-17
Lockheed Martin. Hybrid Wing Body (HWB). El prototipo presenta un concepto de cuerpo híbrido del ala con el fin de gastar un 70 % menos de combustible que un Boeing C-17 LM

El único socio español

Es un ambicioso proyecto liderado por el Instituto Von Karman de Bruselas y en el que participan algunos de los más importantes institutos de investigación aeronáutica. No estará su equivalente en España, el Inta, pero sí la Universidade da Coruña a través del grupo de Mecánica de Estructuras de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. El equipo, dirigido por el catedrático Santiago Hernández Ibáñez, será el responsable de la optimización de la geometría de la aeronave. El diseño, aparte de la eficiencia del motor, es un aspecto clave para cumplir con las exigencias ambientales y de ahorro de combustible que ahora se le exige a aviación. «Nuestra misión será conseguir que tenga la resistencia adecuada para poder soportar las cargas fijadas y mantener la trayectoria de vuelo, pero que al mismo tiempo sean más ligeros para reducir su bum sónico y consumo de combustible», explica Hernández Ibáñez, que cuenta con una amplia trayectoria de colaboración con la industria. En el proyecto se trabajará a partir de un diseño inicial de la Agencia Espacial Europea (ESA), que todavía no se ha hecho público.

El proyecto, que tendrá una duración de 30 meses, comenzará dentro de dos. A su finalización, y si los resultados son los esperados, será cuando tendrá que entrar en juego la industria.

Boeing BWB. La compañía está probando este diseño, también en colaboración con la NASA, en túneles de viento. Reducir el sonido, el combustible y las emisiones con su gran objetivo
Boeing BWB. La compañía está probando este diseño, también en colaboración con la NASA, en túneles de viento. Reducir el sonido, el combustible y las emisiones con su gran objetivo Boeing

Un equipo de excelencia que ha suscrito 24 contratos con Airbus

El consorcio para el futuro avión supersónico europeo fue auspiciado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y está coordinado por el Instituto Von Karman de Bélgica, que contó con el equipo de la UDC por su amplia experiencia en la optimización del diseño de las aeronaves. De hecho, desde el 2004 ha suscrito 24 contratos con Airbus para realizar esta función, además de haber realizado colaboraciones con la NASA. Entre otros socios también participan los centros de investigación aeronáutica de Alemania, Holanda, Francia e Italia, además de universidades y centros de Suecia e Italia.