El vertido de crudo en el mar de China dobla la superficie de A Coruña

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MINISTERIO DE TRANSPORTE CHINO | EFE

Los equipos de salvamento intentan contener la que puede ser la mayor marea negra de la historia en el país asiático

17 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

China afronta la que probablemente es la mayor marea negra de su historia, aunque el vertido aún se mantiene lejos de la costa, y uno de los desastres ambientales más importantes de los últimos años. Las 136.000 toneladas de crudo ligero transportadas por el petrolero iraní Sanchi, que colisionó el pasado 6 de enero contra un carguero a 300 kilómetros al este de Shanghái y que se mantuvo varios días incendiado a la deriva hasta su hundimiento el pasado domingo, han provocado ya varias manchas de hidrocarburos que, en su conjunto, ocupan una superficie total de 69 kilómetros cuadrados, más del doble que la de la ciudad de A Coruña.

El petrolero estuvo ardiendo varios días hasta que el fuego fue sofocado el lunes en las partes del buque que aún se mantenían emergidas. El incendio ha quemado buena parte del hidrocarburo, un condensado muy volátil y ligero que se suele utilizar como combustible por los aviones, pero aún no se sabe muy bien cuál es la cantidad derramada ni si el vertido procede en su mayor parte de la carga o de las 2.000 toneladas alojadas en los depósitos de fuel utilizado para el desplazamiento del petrolero. Lo que sí se conoce es que las manchas van en aumento. Así, la Administración Estatal de Océanos confirmó ayer que hay dos derrames de grandes dimensiones y otros mucho más pequeños.

Una de las manchas grandes tiene nueve kilómetros de largo con una anchura de entre 500 y 50 metros, y está situada a dos kilómetros del lugar del hundimiento, situado a unos 180 kilómetros del lugar de la colisión, en el mar de China Oriental, mientras que la otra tiene seis kilómetros de largo por uno de ancho. Según los cálculos realizados gracias a las imágenes de satélite, hay concentraciones de petróleo en unos 69 kilómetros cuadrados, mientras que en otros 40 kilómetros cuadrados se ha detectado una presencia «esporádica» de hidrocarburos.

Nada que ver con el Prestige

El crudo vertido es muy volátil, por lo que se evapora con facilidad. Desde este punto de vista es previsible que desaparezca en pocos días. Es la opinión de José Luis García Fierro, profesor de investigación del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del CSIC y uno de los miembros del comité científico del Prestige, el petrolero que provocó hace diez años en Galicia la mayor marea negra en la historia de Europa. «El crudo del buque iraní tiene una densidad mucho menor que el agua, por lo que no se hunde, sino que flota, y en contacto con el aire se evapora de una forma mucho más fácil que un crudo pesado. Tampoco contiene hidrocarburos poliaromáticos policlínicos y no tiene nada que ver con el fuel del Prestige».

Para este experto, uno de los episodios más graves del siniestro fue la nube tóxica que se generó durante días por la quema del combustible. La suerte fue que ocurrió en una zona alejada de tierra. «En mi opinión -apunta Fierro- ha sido un desastre y no entiendo como las autoridades chinas no se dieron prisa en sofocar el incendio, porque el fuego liberó partículas de carbono muy nocivas».

En cualquier caso, tras las últimas explosiones del petrolero iraní, la proa del buque se hundió inmediatamente, por lo que lo que temen las autoridades chinas es que se produzca alguna fuga en los tanques y se libere el crudo desde el fondo, a unos cien metros de profundidad. Menos optimista aún es la organización ambientalista WWF. «Sabemos que un desastre medioambiental se está desarrollando delante de nuestros ojos. El tanque afectado está perdiendo su condensado, que es tóxico para mamíferos marinos, peces, tortugas marinas y aves marinas», asegura en un comunicado.

El mar de China Oriental es uno de los espacios medioambientales marinos más ricos y productivos que existen en el planeta y sus aguas son poco profundas, lo que lo hace extremadamente vulnerable al derrame. En este sentido, Greenpeace Asia apuntó que el suceso se produjo en un importante terreno de desove para muchas especies comerciales, como el aguilucho, corvina amarilla, carpincho o cangrejo azul. También es una ruta migratoria de mamíferos marinos.