Galicia también bate récords en trasplantes

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

La comunidad gallega registró en el 2017 un total de 340 intervenciones, la más alta de su historia

01 feb 2019 . Actualizado a las 20:01 h.

Los hospitales gallegos registraron en el año 2017 un total 340 trasplantes, la cifra más alta desde que hay actividad trasplantadora en la comunidad. Son 41 más que en el 2016, en concreto 106 de riñón, 105 de hígado, 48 de pulmón, 26 de corazón y 1 de páncreas. Tal y como ocurre en el resto del Estado, el porcentaje de donantes por accidente de tráfico baja cada vez más, hasta llegar al 3 %, mientras que la causa principal de muerte de los donadores son los accidentes cerebro vasculares. En Galicia, la edad media de los donantes fue de 62 años, mientras que otro de los datos destacados por el Sergas es el aumento del donante vivo, ya que uno de cada cinco trasplantes de riñón se realizan mediante este sistema. 

España vuelve a sacar pecho. Y al menos en lo que a trasplantes se refiere, puede hacerlo. La ministra de Sanidad presentó el balance del 2017 que deja nuevos récords para la Organización Nacional de Trasplantes (ONT): se superaron por primera vez los cinco mil trasplantes -5.259- y siguen en aumento los donantes: 2.183, lo que supone una tasa de 46,9 por millón de habitantes. La cifra puede no parecer elevada pero lo es si se compara con otros países. En Estados Unidos los donantes no llegan a 31 por millón de personas; en Francia son 28,7; en Australia 20,7 y en Suecia no llegan a 20. Incluso en España hace diez años no se superaban los treinta.

Cada día los hospitales realizan una media de 14,4 trasplantes. La mayoría de riñón, 3.269; 1.247 de hígado; 304 de corazón; 363 de pulmón; 70 de páncreas y 8 de intestino. Estas intervenciones se realizan porque hay personas que generosamente deciden donar los órganos de sus familiares fallecidos, 2.183. Y cada vez son menos los que se niegan. El porcentaje de negativas ha alcanzado la cifra más baja desde que funciona la ONT, un 12,9 %. Esta es precisamente una de las asignaturas pendientes de la comunidad gallega, en donde esta cifra sube casi al 22 %.

El descenso de las víctimas en carretera ha provocado que los donantes por siniestros de tráfico sean cada vez menos. En el 2017 fueron solo el 4,2 %, la menor tasa desde que hay registros. Y también se ha elevado la edad de los donantes, hasta el punto de que más de la mitad tenían más de 60 años y el 9 % superaban los 80. El más mayor tenía 91, y con su donación pudo hacerse un trasplante hepático.

Ante estas cifras la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, aseguró que «España es el país más generoso del mundo, donde más personas donan órganos que salvan vidas». La ONT se plantea ya dos nuevos retos con el Plan 50x22: llegar a los 50 donantes por millón de población y a los 5.500 trasplantes.

4.900 personas en espera

Las cifras positivas no ocultan una realidad, que miles de personas aguardan por una donación en España. A 31 de diciembre del 2017 eran 4.896, unas 600 menos que un año antes, 74 de ellas niños. La mayoría de los enfermos precisan un riñón (3.942), mientras que 460 aguardan por un hígado. Es llamativo que de los 74 pequeños en lista de espera, 33 necesitan un hígado. Hay, además, seis personas aguardando por un intestino, la mitad niños.

Los buenos resultados se explican por la generosidad de las familias y por algunas medidas que recoge la Estrategia 2015 de la ONT. Por ejemplo, fomentar la donación en asistolia -aquella que se produce en parada cardíaca y no en muerte cerebral- y potenciar la colaboración entre las unidades de cuidados intensivos y el resto de servicios del hospital, sobre todo las unidades de críticos y las urgencias.

Los donantes en asistolia son ya el 26 % del total aunque en el 2017 también creció el número de los que estaban en muerte cerebral, que últimamente permanecía estancado. Bajan sin embargo los trasplantes renales de donante en vivo, 332 frente a 341, debido en parte a que aumentaron los de fallecidos.

80.000 donadores de médula

En febrero del año pasado falleció Pablo Sáez, un joven de 20 años que llevó a cabo una enorme campaña para fomentar la donación de médula ósea. Su esfuerzo no fue en vano, ya que en el 2017 se registraron casi 80.000 donantes más en España, prácticamente el doble de lo previsto. Cada día se incorporaron 220 nuevos donantes, llegando a los 357.492.

Según la Organización de Trasplantes, de seguir con este ritmo se alcanzará el objetivo marcado en la segunda fase del Plan de Médula dos años y medio antes de lo previsto.

Galicia envió 57 órganos a otras autonomías y recibió 106

Más de un millar de los 5.259 trasplantes que se hicieron a lo largo del 2017 se realizaron con órganos que venían de otras comunidades, el 22 % del total. Porque cuando aparece un donante o cuando surge un código cero, la única limitación que existe es el tiempo, no las fronteras. Galicia, Asturias, Cantabria, Cataluña, Madrid y Murcia recibieron más órganos de los que enviaron, mientras que en el resto de comunidades fue mayor el número de los enviados. En concreto en la comunidad gallega se mandaron 57 y se recibieron 106.

Es muy llamativo el caso de Madrid, en donde se recibieron 274 y se enviaron solo 52. En el lado contrario están Navarra y el País Vasco, que recibieron casi la tercera parte de los órganos que enviaron a enfermos de otras autonomías. Aunque no siempre coinciden, estas cifras tienen mucho que ver con las tasas de donación. Galicia sigue por debajo de la media, con 113 donantes, pero aún así registra el mayor número de donantes de la historia, con un 41,9 por millón de habitantes. Cantabria, que supera los 74, así como País Vasco y Navarra, en donde también pasan de los 70, están a la cabeza. Por debajo de la media estatal se sitúan junto a Galicia, Castilla- La Mancha, Madrid, Castilla y León, Cataluña, Aragón, Canarias y Extremadura. Al plantearse el traslado de un órgano de un hospital a otro es fundamental tener en cuenta los tiempos, ya que mientras un riñón puede incluso viajar en un vuelo regular, en el caso del corazón debe estar latiendo en el receptor más o menos a las cuatro horas desde que se ha hecho al extracción.

Esto limita los traslados internacionales, aunque sí se llevan a cabo, sobre todo cuando se trata de intervenciones pediátricas, en donde el órgano debe tener unas características muy definidas por lo que es más difícil encontrar donante o receptor en el país.