¡Sí, esto también es calentamiento!

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

ATLAS / KARIM BOUCHETATA

En esta semana tan gélida, la Agencia Estatal de Meteorología ha confirmado que el 2017 ha sido el año más cálido desde 1967 en España

12 ene 2018 . Actualizado a las 13:02 h.

Estos días los negacionistas del cambio climático parecen contentos. Deben pensar que la atmósfera se ha puesto de su lado. El frío polar paraliza los Estados Unidos y la nieve llega incluso hasta el Sáhara. Hacía cuarenta años que no se producía una nevada tan intensa. Los escépticos aprovechan estos sucesos para preguntar: ¿Dónde se ha metido el calentamiento del planeta? Quizás usted no sea uno de ellos pero tampoco acaba de encontrar una explicación que justifique los eventos de la última semana.

Cuando se debate sobre el clima, es importante no pensar de forma local. Porque al mismo tiempo que las dunas doradas del Sáhara se teñían de blanco, en Australia se registraba una ola de calor que ha permitido alcanzar varios récords de temperatura. Cientos de animales han muerto por deshidratación. Para entender los efectos que genera el aumento de la temperatura media de la Tierra evite poner el foco en un punto concreto. Hay que hacerlo sobre el globo entero.

La lógica nos lleva a pensar que en un contexto de calentamiento tiene que haber necesariamente más calor. Aunque esto no tiene por qué ser siempre así. El cambio climático también tiene sus paradojas. El Jet Stream o corriente en chorro ofrece algunas. Como el planeta está calentándose, la diferencia térmica entre el Ecuador y el Polo Norte disminuye. La corriente se destensa y, como consecuencia, crea grandes oscilaciones. En su versión ascendente desplaza aire cálido subtropical hasta latitudes medias. Galicia ha estado durante el último año inmersa en uno de esos meandros. Han sido unos meses cálidos y secos. Pero si el Jet Stream se mueve ligeramente, Galicia, o cualquier otro lugar del hemisferio norte, quedaría en la parte descendente de la corriente que arrastra el aire gélido procedente del polo. El tiempo, como ahora, sería lluvioso y muy frío. Los científicos llaman a esto efecto ártico y es otro tipo de secuela provocada por el incremento de gases de efecto invernadero. Los inviernos podrían ser cada vez más crudos. Que pueda nevar en el desierto o en Florida no causa ninguna sorpresa. Entra dentro de las previsiones realizadas por la comunidad científica.

En esta semana tan gélida, la Agencia Estatal de Meteorología ha confirmado que el 2017 ha sido el año más cálido desde 1967 en España. Y si levantamos la lupa encontramos titulares parecidos en cualquier parte del mundo. El año pasado ocupa el tercer puesto entre los más calurosos. Y la primera posición sin la influencia del fenómeno de El Niño.