Emiratos Árabes «cultiva» nubes para combatir la sequía

patricia alonso DUBÁI / E. LA VOZ

SOCIEDAD

MARTINA MISER

El método propició que lloviera durante un mes en el desierto

08 ene 2018 . Actualizado a las 07:50 h.

Un Ministerio de la Felicidad, el edificio más alto del mundo, y el centro comercial más grande del mundo, un archipiélago con forma de globo terráqueo, y dos con forma de palmera. En Emiratos Árabes todo es posible, hasta recrear el clima de Galicia en medio del árido desierto.

La siembra de nubes consigue aumentar las precipitaciones mediante la dispersión en el aire de una serie de sustancias químicas que favorecen la condensación. Aunque varios científicos refutan su efectividad, y a pesar de que está probado que los químicos dispersados en el aire son dañinos para la salud, Emiratos sigue apostando por el proyecto, que inició en los años noventa.

«En febrero de este año no paró de llover un solo día», cuenta una expatriada española en Dubái. «Recuerdo que tenía visita y era imposible hacer nada en la calle», añade. En marzo, además, el país se vio azotado por lo que se conoció como la gran tormenta, que supuso incluso el cierre de los colegios durante dos jornadas y más de mil cuatrocientos accidentes de tráfico en tres días, según dio a conocer la policía de Dubái.

Un gran aguacero

A mediados de diciembre pasado, cuando las temperaturas todavía rondan los 27 grados centígrados en el país, el centro de meteorología advertía de un nuevo gran aguacero. Unos días antes, los medios locales habían anunciado al menos diez operaciones de cultivo de nubes. Solamente en el 2017 se han llevado a cabo más de 235. Sin embargo, lo cierto es que es difícil saber si estas tormentas son el resultado del cultivo de nubes o del cambio climático.

Las autoridades emiratíes insisten en que no hay nada de «artificial» en la lluvia procedente del cultivo de nubes, y que el país no utiliza químicos en la siembra de precipitaciones. Para hacer llover, dicen, la nube ya tiene que contener agua. Según esto, el cultivo estaría iniciando el proceso de lluvia natural.

Según la Organización de las Naciones Unidas, en el 2030 el mundo solo tendrá agua para el sesenta por ciento de la población. Emiratos Árabes es una de las zonas del mundo donde menos lluvia cae de manera natural y sus reservas acuíferas subterráneas se están secando.

El Programa de Investigación para el Aumento de la Lluvia, creado en el 2015, ofrece cada año una beca de más de cuatro millones de euros para repartir entre cinco propuestas científicas de todo el mundo que ofrezcan solución a la sequía. Mediante este plan de investigación, Emiratos Árabes pretende romper un nuevo récord y convertirse en una autoridad en el área del cultivo de nubes.