Un «Antoxo» de Salvaterra

carlos ponce SALVATERRA / LA VOZ

SOCIEDAD

M. Moralejo

La empresa Chocomiño ha vendido en esta época navideña alrededor de 30.000 turrones, y uno de los más originales es el que elaboran con albariño

28 dic 2017 . Actualizado a las 14:18 h.

Salvaterra de Miño ya no solo es conocida por sus excelentes bodegas y vinos. También lo es por sus turrones gracias a la empresa Chocomiño, que lidera la producción en Galicia del postre navideño de chocolate, que comercializa bajo el nombre de Antoxo. En estas festividades, ha vendido cerca de 30.000 tabletas. «Para mí sería una desilusión que preguntaras por mí en Salvaterra y te dijesen que no me conocieran. Es difícil que ande cien metros por el pueblo y que nadie me salude», asegura Joaquín Eiras, uno de los fundadores de la compañía. Se ha convertido en una auténtica institución en la comarca de O Condado gracias a su exquisito chocolate, que sirve para elaborar los cerca de cuarenta productos que comercializa la firma.

Es en la parroquia de Arantei donde está el cuartel general de la compañía. Ya desde la entrada se puede apreciar el inconfundible aroma al chocolate gallego más famoso. Un olor que se hace más intenso cuando caminar uno entre las innumerables máquinas. El despacho de Joaquín Eiras está decorado con los envases de la mayoría de los productos que saca al mercado. La empresa cuenta con dos líneas de fabricación. Una para los finos, de donde salen los chocolates con leche, con almendras, napolitanas y el turrón, entre otros. En la segunda línea, se elaboran los chocolates negros y todos los que tienen un porcentaje de cacao superior al 60 %.

Su producto estrella, tal y como el propio Eiras reconoce, es el turrón con almendras. «Gusta más que el crujiente pese a que cuesta el doble. Todos los que lo prueban quieren repetir», prosigue mientras da indicaciones a sus empleados en la factoría. Hace dos años, empezaron a comercializar turrón con albariño y, pese a que no tenían excesivas esperanzas en que su demanda se consolidase por esa compleja mezcla de sabores, la recepción ha sido todo un éxito.

La cadena de fabricación del postre navideño por excelencia empieza en septiembre y dura hasta inicios de diciembre. Se comercializan en tiendas pequeñas y locales gourmet de toda Galicia. En total, 3.000 puntos de venta tienen en sus mostradores los turrones Antoxo. Joaquín Eiras huye de las grandes superficies. «Si vendiese en estos establecimientos tendría que acatar sus normas y perdería la independencia. Y yo lo que quiero, obviamente, es que todo esto sea rentable», argumenta Eiras, que recuerda que la gente le decía que «sin vender a las grandes superficies no iba a ser nadie; los veteranos se reían, pero yo tenía muy claro lo que me interesaba, que era diversificar».

Aspira este emprendedor a que todos los establecimientos que ofrecen sus turrones los retiren de sus mostradores como muy tarde en febrero: «Queremos que nuestro producto sea el mejor. No nos interesa que se venda cuando ya no está en su mejor estado», advierte.

De Arantei son los tres dueños de Chocomiño. Joaquín y su hermano, Gumersindo, y César Bargiela, que fundaron en el año 1986 el grupo Don Noso, que ahora tiene quince mezclas de café. Hace 17 años, montaron Chocomiño, que nació de la absorción de Chocolates El Maragato (Vigo) y de Chocolates Anthonei (Allariz). Pese a que, obviamente, no quiere revelar su secreto, Eiras admite que una de las grandes claves del éxito de sus turrones es el praliné de avellana, que lo combina con azúcar, pasta de cacao, manteca de cacao y lecitina. Hace dos años, para celebrar el decimoquinto aniversario de Chocomiño, lanzaron el que se ha convertido en otro de sus productos más destacados: Noso Cao, un soluble de cacao pensado para usar tanto con leche fría como caliente.

La empresa incluso oferta productos a la carta, y que se venden al por menor, como tabletas de chocolate con mensajes personalizados que se emplean como invitaciones de boda o en cualquier otro festejo familiar.