La lista de juguetes espía crece tras un análisis que advierte de riesgos «intolerables» en dos robots

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

De los cinco robots analizados, solo uno cumplía los requisitos

21 dic 2017 . Actualizado a las 16:04 h.

Son el regalo deseado en muchos hogares para estas Navidades. Juguetes teledirigidos con los que colarse en cualquier habitación y grabar lo que allí sucede dando pie a situaciones divertidas. Tienen un aspecto vistoso y se manejan con desde un móvil, ese aparato que tanto atrae a niños y jóvenes. Sin embargo, el último análisis realizad por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en colaboración con la Asociación Española de Ciberseguridad y el ISMS Forum, se han detectado «riesgos intolerables para la seguridad y la privacidad de los menores y sus entornos» en dos robots con wifi propia disponibles en el mercado español y dirigidos a mayores de 14 años.

Se trata de RovoSpy, un robot espía con forma de tanque con cámara (dispone hasta de visión nocturna) y micrófono incorporado, y Jumping Race Jett de Parrot, un minidrón con ruedas diseñado para hacer carreras, capaz de dar saltos y girar 360 grados al tiempo que graba todo lo que se pone por delante. El estudio ha comprobado que «alguien con conocimientos informáticos, a través de su ordenador personal, puede manejar en remoto los citados juguetes, ya que tienen el wifi abierto, (no es necesario ni usuario ni contraseña) y los contenidos se almacenan y transmiten sin cifrar, por tanto, pueden tomar el control del juguete, ordenar sus movimientos, realizar fotografías, grabar imagen y grabar sonido, y todo ello en tiempo real».

En el caso del RovoSpy, señala la OCU, incluso podría acceder a las imágenes o conversaciones grabadas en su archivo. Y, en el del minidrón, abre la posibilidad de acceder a sus servidores y ver la localización de todos los Parrot de cualquier lugar del mundo, por lo que «sería relativamente fácil buscar uno de estos juguetes en el mapa, ir a esa ubicación, conectarse a esa red (su wifi tiene un alcance mucho mayor, que incluso traspasa paredes y se puede amplificar con el dispositivo adecuado) para tomar el control del robot ya hacer fotos y vídeos dentro de una casa». 

Piden su retirada

De los cinco robots analizados, solo uno cumplía los requisitos. El Minion MIP Turbo Dave y el BB8 «no presentan unos fallos de seguridad tan graves como los anteriores», subraya la organización que vela por los derechos de los consumidores, sin embargo, «podrían ser controlados por una tercera persona» a través del bluetooth. Ante los resultados, la OCU ha reclamado que se retiren del mercado el RovoSpy y el Jett de Parrot hasta que no ofrezcan garantías para la seguridad yla privacidad. Y, por otra parte, exige que las autoridades tomen cartas en el asunto y establezcan normativas que regulen estos nuevos dispositivos que se encuentran en un limbo legal.