Francia prohibirá usar el móvil a los alumnos durante el recreo

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PAUL CROCK | Afp

La medida se incluye dentro del veto al empleo de teléfonos en las clases, que se aplicará en el 2018

14 dic 2017 . Actualizado a las 17:00 h.

Estaba en el programa electoral de Emmanuel Macron y ya se había anunciado en otras ocasiones, pero ahora el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, lo ha confirmado: Francia prohibirá el uso de teléfonos móviles en colegios e institutos a partir de septiembre del 2018. Pero no lo hará solo en las clases, ya que los alumnos tendrán que dejar sus smartphones en una taquilla, sino que la norma también impedirá el empleo del celular durante los recreos y en los pasillos. Es la novedad que acaba de aportar el titular de Educación, cuyos argumentos para justificar la prohibición coinciden con el que ya habían expuesto pedagogos y psicólogos: muchos jóvenes ya no juegan en grupo ni practican deporte durante los descansos entre clases. «Los jóvenes se aíslan y, si se reúnen, es para ver vídeos o chistes en los móviles y, en el peor de los casos, para meterse o reírse de otros compañeros», explicó Blanquet en declaraciones al diario L'Express.

Difícil aplicación

Sin embargo, aplicar esta medida, cuyo desarrollo aún no se ha concretado, no parece fácil. Los sindicatos de la enseñanza han alertado que es en las horas del recreo o a la salida de las clases cuando algunos padres aprovechan para hablar con sus hijos o atender imprevistos. Sobre este aspecto, el ministro explicó que aún están trabajando en cómo se articulará la prohibición. «Pueden existir -dijo- varias alternativas, ya que alguien puede necesitar los móviles para fines pedagógicos o para situaciones de emergencia, por eso es necesario que estén confinados para que se recojan cuando se necesiten».

En realidad, y a efectos prácticos, esta prohibición sería prácticamente la única novedad de la propuesta de Macron, porque el uso de los móviles en clases o actividades escolares, desde la infancia hasta el bachillerato, está vetada en la inmensa mayoría de los colegios e institutos del país. Su aplicación depende de cada uno de los centros, que desde hace ya tiempo han entendido que era necesario establecer un límite al empleo de los teléfonos.

Aún así, y pese a las restricciones ya establecidas, una reciente encuesta revela que ocho de cada diez adolescentes llevan el teléfono al instituto. En el 2011 solo lo hacían el 20 % de los alumnos.