Un satélite recrea el experimento de Galileo: Einstein tenía razón

r. r. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

DAVID DUCROS | AFP

La prueba confirmó con una precisión sin precedentes una de las bases de la teoría de la relatividad general

05 dic 2017 . Actualizado a las 08:03 h.

Hace más de 300 años, Galileo Galilei dejó caer dos esferas de diferente masa, una de cañón y otra de mosquetón, desde la cima de la torre inclinada de Pisa para establecer un principio científico sobre la gravedad. Las dos cayeron al mismo tiempo, en el que fue uno de los primeros experimentos de la física moderna. Newton, años después, se dio cuenta, además, de que la fuerza que tira de la manzana cuando cae, la misma que atrae a la Luna hacia la Tierra, es proporcional a la masa. Pero Einstein, en vez de plantearse el problema como una fuerza que tira de un cuerpo, pensó que la gravedad es algo que distorsiona el espacio y el tiempo, lo que explica que dos cuerpos caigan con la misma aceleración.

Ahora, un grupo de científicos franceses ha realizado la misma prueba desde el espacio, desde el satélite Microscope, lo que ha confirmado, «con una precisión sin igual» una base de la teoría de la relatividad general de Einstein, conocida como el principio de equivalencia, que establece que la masa inercial de un objeto, que fija la cantidad de fuerza necesaria para acelerarla, es igual a su masa gravitacional, lo que determina cómo responde el objeto a un campo gravitacional. Como resultado, los objetos caen a la misma velocidad, al menos en el vacío, donde se elimina la resistencia del aire, incluso si tienen diferentes masas o están hechos de diferentes materiales.

El microsatélite lleva un instrumento con dos masas cilíndricas de composición diferente, una de platino, otra de titanio. Ambas realizaron hasta ahora el equivalente a una caída de 85 millones de kilómetros. Es decir, la mitad de la distancia entre la Tierra y el Sol.

«Si el principio de equivalencia es verdadero, los dos cuerpos no deben moverse uno respecto al otro, puesto que caen con la misma aceleración», explica el físico Thibault Damour. En cambio, si «se movieran» uno respecto al otro, esto implicaría una violación del principio de equivalencia. «Pero no hemos visto nada de ello», dijo Damour. Einstein, una vez más, tenía razón.